Como debe ser en un Clásico, el duelo empezó movido, con unos Pumas con ganas de seguir sumando y qué mejor que hacerlo frente al odiado rival, ese América que los humilló y pisoteó en la liguilla pasada; con solo 5 minutos en el reloj, Carlos González y Felipe Mora se hablaron de tú dentro del área de Marchesín, pero falló el último toque y se perdió la primera de peligro.
Nicolás Castillo vivió su propio partido, corrió, sudó y por momentos parecía que las piernas no le respondieron igual que en sus mejores tardes en CU, pero con 7 minutos llegó la oportunidad de cambiar ese camino tortuoso que lo acompañó casi todo el encuentro, cuando cobró un tiro libre en los linderos del área, tomó carrera e impactó un potente disparo que se fue encima del arco de Saldívar.
Poco o casi nada que contar de la primera mitad, puesto que el juego dinamitó hasta el complemento con el tanto de Carlos González, salvo un mano a mano de Felipe Mora que Marchesín cortó a tiempo aprovechando la mala conducción del chileno.
Edson Álvarez se perdió la que hasta entonces era la más clara del partido, cuando Renato Ibarra envío un centro la área a los 37 minutos que encontró la cabeza del canterano azulcrema en el área chica pero cuya dirección fue las manos del arquero Alfredo Saldívar, quien esta tarde volvió a ser clave en el arco auriazul.
Carlos González, que antes de terminar el primer tiempo mandó un aviso sobre el arco de Marchesín, cumplió su amenaza con solo tres minutos del segundo lapso, después de levantarse estoico en el cobro de un tiro de esquina y meter un frentazo que venció a Marchesín para decretar el 1-0 definitivo.
A partir de entonces el juego fue dinamita pura, primero por Paul Aguilar, quien aprovechó un balón cerca del área para meter un tiro que apenas rozó el poste del Pollo.
América perdió el fondo, comenzó a desesperarse y Pumas se creció en el campo, primero con una serie de rebotes donde los locales dejaron ir el segundo a los 59 minutos y nadie pudo empujar el balón al fondo; Malcorra también su oportunidad aunque con un poco de fortuna, cuando intentó envíar un centro al segundo palo que peinó el travesaño.
El América siguió insistiendo y las más clara llegó a los 73 minutos, cuando un centro de Ibargüen pasó de largo por Nicolás Castillo y Bruno Valdez no pudo dar dirección de gol.
Se fueron los cuatro minutos extras de añadido y Pumas firmó su segundo triunfo con Marioni al mando, con sabor distinto, con olor a revancha, con mensaje para Nicolás Castillo, que a partir de ahora tiene una cuenta pendiente en el Olímpico de CU.