Cómo cuesta volver. Regresar a la rutina, comenzar de nuevo con la regularidad de antes, es difícil, a veces, demasiado. Pumas retornó a su estadio, con su gente en la tribuna y un rival en el papel a modo: Veracruz; aunque la realidad distó mucho de lo esperado. Universidad Nacional fue un cuadro errático, al que le costó generar opciones de verdadero peligro, ante unos escualos que tampoco opusieron gran resistencia de por medio. Todo terminó en empate sin goles.
Las emociones llegaron muy rápido y así mismo se esfumaron. Al 7’, Felipe Mora remató una pelota que ingresó al arco del joven Sebastián Jurado. Cuando el estadio Olímpico ya festejaba la apertura del marcador, Francisco Chacón realizó la revisión del tanto en el VAR, y terminó por determinar que el chileno se encontraba en fuera de lugar. En cuestión de segundos, la ventaja mínima de los felinos se esfumó, así como su ímpetu y ganas ofensivas.
El primer lapso del encuentro exhibió escasas oportunidades restantes para ambos conjuntos. Parecía que Universidad Nacional iba de más a menos, ya que al inicio del encuentro sí mostró vehemencia por tener la pelota, sociedades en distintas zonas del campo, que parecía que darían frutos. No ocurrió Veracruz tampoco hizo de más. Los Tiburones también tendrán una temporada larga, en la que deberán imprimir mayor capacidad en cada juego.
Al 63’, Juan Manuel Iturbe, que al menos había amagado en un par de jugadas en el segundo tiempo, se resintió de un tirón en la pierda derecha. Su lugar fue tomado por el juvenil Brian Figueroa. El paraguayo había tenido escasos minutos sobre el terreno de juego, cuando se resintió del abductor que tantas dificultades le ha dado desde que comenzó su etapa en Ciudad Universitaria. Malas noticias. El paraguayo duró menos de cinco minutos en la cancha, desde su ingreso hasta su adiós.
Al 79’, Felipe Mora protagonizó una escena de película, que engañó al espectador. El chileno remató un centro casi preciso de Figueroa, ante el que la zaga de Veracruz no pudo contener y sí, por centímetros, la pelota pasó por fuera del arco de los escualos, aunque a la distancia, parecía que el balón había ingresado a la meta. Cierto sector de la afición local gritó un gol inexistente. La visita seguía sin mayor reacción en ataque. El rival se conformaba.
Poco futbol en la cancha del Olímpico. Las intenciones de Pumas de constantemente irse al frente dejaba espacios en la defensa y aunque Veracruz se esmeraba por mantener el orden defensivo, también tuvo, al 84’, la opción más clara de todo el partido, en un contragolpe que parecía definiría el juego. El embate lo intentó definir Cristian Menéndez, que entregó el esférico a las manos de Alfredo Saldívar. El partido entregó un empate sin grandes recuerdos para los aficionados.