Durante la semifinal de vuelta de la Concachampions, durante el Cruz Azul vs Monterrey, el árbitro central del partido -César Arturo Ramos- decidió suspender momentáneamente el encuentro por diversos gritos homofóbicos que bajaron de las tribunas del Estadio Azteca.
Al momento de la suspensión, Cruz Azul iba perdiendo por 4-1 ante Monterrey en una muestra muy pobre de futbol que hizo, evidentemente, enfurecer a los aficionados cementeros quienes empezaron a gritar ante los despejes del guardameta Esteban Andrada.
Fueron aproximadamente cuatro gritos homofóbicos que sonaron en la tribuna, por lo que César Arturo Ramos empezó a aplicar los protocolos señalados por la FIFA, primero detuvo el juego en dos ocasiones y posteriormente decidió suspender el encuentro por 10 minutos.
Fue aproximadamente al minuto 60 del encuentro cuando se detuvo por primera vez el encuentro. Tras retirarse los jugadores al vestuario, diversos aficionados fueron saliendo del Estadio Azteca.
EML