Tomás Balcázar y el duro golpe de realidad cuando lo “emborrachó la fama”

La leyenda de las Chivas recordó sus inicios y cómo se alejó de sus amigos a causa de la popularidad que le dio el futbol

Tomás Balcázar (Mexsport)
Ciudad de México /

Cuando una leyenda del calibre de Tomás Balcázar muere, deja un legado y sin fin de anécdotas que al igual que su paso por Chivas y el futbol mexicano, valdrán la pena recordar siempre, incluyendo aquellas lecciones de vida que le hicieron enfrentar la realidad cuando la ocasión lo ameritó.

En entrevista con Canal 11, en el año 2010, el abuelo del delantero del Galaxy, Javier Chicharito Hernández, recordó el día que, siendo jugador del Nacional, y recibiendo su primer sueldo (700 pesos) al ser traspasado a las Chivas, comenzó a ver la vida de otra manera, pues desde muy chico vivió con una familia humilde en donde ayudaba a su madre a vender tortillas en un mercado para subsistir.

“Federico González Obregón era el presidente del Club Guadalajara, llega y me pregunta, oye, muchachito, ¿quieres irte con nosotros?’, no pues lo que diga mi presidente. Ellos se arreglaron y al rato me llega con el contrato y me entrega siete billetes verdes de a cien, ahí sí, nunca los había tenido en mi mano. Mi corazón palpitaba durísimo, nunca fui capaz de juntar un peso, menos 100”, compartió.


EL DURO REENCUENTRO CON SU ‘PALOMILLA’

Su calidad goleadora, sus poderosos remates con la cabeza y esa educada pierna derecha, lo llevaron a ser uno de los consentidos del club y su fama creció como la espuma, lo que hizo que Tomás Balcázar se olvidara de sus orígenes, situación que le fue recriminada por sus amigos con los que convivió desde la infancia en el barrio de Mexicaltzingo.

“Era una sensación enorme, al grado así de que te desubicas. Ya a mi barrio, qué esperanzas de ir, yo andaba explotando el rostro con mis amigos Vicente González, El Chepe Naranjo. Y un día que llego a mi barrio y estaba yo platicando con mi palomilla de aquellos años, y uno de ellos dice ‘cómo has cambiado hijo de la fregada’. Me hizo plantar los pies sobre la tierra y dije, ‘qué razón tienes’. Este es mi barrio, estos son mis amigos los profesionales. Hasta la fecha, todos los domingos voy a mi barrio”, recordó en aquel entonces Tomás.

CHIVAS EVITÓ QUE DESPILFARRARA SU DINERO

El líder de una dinastía de futbolistas, que incluye a su yerno y nieto Javier Hernández, recibió en una ocasión una jugosa oferta por parte de Horacio Casarín para jugar en el Zacatepec, pero la directiva de Chivas le negó la salida argumentando que el delantero “no tenía precio”.

El contrato para que firmara con los Cañeros, era por tres años, por lo que a Tomás le molestó que en el Rebaño no lo aceptaran cuando ahí solo tenía un año comprometido, así que la directiva le ofreció dos años más, pero sin darle del dinero por la firma, pues le pidieron que en cambio buscara una casa y ellos le ayudarían a financiarla, evitando así que siguiera gastando rápidamente sus ingresos.

“Firmé por otros dos años más y le digo, 'ahora sí, échenme mi cheque'. Y me dicen ‘ya no va a haber cheque, tú cada que te hemos firmado, das la impresión que todo lo desapareces, así que búscate una casa por donde tú quieras, nosotros te la pagamos de inmediato, y si no, te prestamos lo que te falte’. Eso hay que agradecerlo, porque yo, jovencito, la fama me estaba emborrachando, yo te aseguro que si me dan el cheque, lo cambio y no me dura seis meses”, admitió.


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