Gimnasio Benjamín Mora, semillero de boxeadores hidalguenses

El gimnasio se ubica en la avenida 5 de colonia Plutarco, en la ciudad de Pachuca. Está cercado por tres grandes pinos y una palmera en un costado, al frente hay una cantina

Gimnasio de Box Benjamín Mora. (Jorge Sánchez)
Alejandro Reyes
Pachuca /

Diego, de 15 años, alto y delgado, hace movimientos de bending frente a un espejo. Mantiene la guardia y tira un jab con la mano izquierda y un recto con la derecha. Repite los movimientos. Se detiene y salta.

A unos pasos de él está Axel, de ocho años, golpea el saco de box con unos guantes negros. El pequeño lanza cruzados. El saco de box es grande pero logra moverlo con cada impacto.

Los golpes de Brayan a la gobernadora, fijada a la pared, se escuchan fuertes, secos. El joven de 15 años, delgado y piel morena, lanza rectos con sus guantes rojos. Tira un golpe y enseguida otro sin detenerse.

Dos hombres platican en una esquina del ring, uno es el entrenador y el otro el papá de Axel y Brayan, quien ha traído a sus hijos al gimnasio a su primer entrenamiento de boxeo.

Es lunes por la tarde, el sol agoniza. El gimnasio de Box Benjamín Mora está recuperándose tras meses de haberlas cerrado por la pandemia.

El gimnasio se ubica en la avenida 5 de colonia Plutarco, en la ciudad de Pachuca. Está cercado por tres grandes pinos y una palmera en un costado, al frente hay una cantina de una pared negra a quien el dueño ha nombrado El Infiel, en el otro costado están las vías por las que el tren ha dejado de pasar hace años y en la parte trasera hay pegada a él una cancha de basquetbol enrejada.

Tras cruzar la puerta verde con vidrios oscuros del gimnasio cuelgan los sacos de box del lado izquierdo y derecho de la marca Cleto Reyes, son 14 en total. Hay espejos pegados en las paredes.

Al fondo está el ring de boxeo con un par de escalones en esquinas contrarias, unos rojos y los otros azules. En dos de sus costados están las gradas de concreto pintadas de color verde en las que se domina el enlonado. En lo alto del ring hay una bandera de México. Sus cuerdas son rojas y blancas.

En lo alto de la pared frente al ring hay una lona azul con letras blancas que dan la bienvenida al gimnasio. A los costados de la lona se lee Liga Municipal de Boxeo y Escuela Municipal de Boxeo. Hay un área de regaderas, vestidores y pesas.

Justo arriba de la lona hay un cuadro grande cubierto de resina con la fotografía de quien le da nombre al gimnasio desde la década de los años 90: Benjamín Mora.

Jesús López Araujo, responsable del gimnasio y entrenador de la Escuela Municipal de Boxeo dice que el inmueble se llama Benjamín Mora en honor a este promotor del deporte y el boxeo quien era el papá de Alejandra Mora de Verduzco, esposa del ex gobernador Adolfo Lugo Verduzco.

Cuenta que luego de que fuera derribado el Centro Social y Deportivo de Pachuca, en la calle Belisario Domínguez, un grupo de unos 12 ex boxeadores le solicitaron al ex gobernador la construcción de un lugar para dar clases de boxeo.

Dice que fue así como se construyó el gimnasio de box, se le puso el nombre de Benjamín Mora y abrió sus puertas en 1991. El gimnasio tiene 29 años de vida y es el más popular de Pachuca.

Jesús López, quien viste un pants gris, tenis y cubrebocas rojos, una gorra negra con dos guantes blancos al frente que cubre su cabello largo y plateado dice que por el gimnasio han pasado innumerables medallistas de Olimpiadas Nacionales de Boxeo.

Y los cita: Mario Miranda Aguilar, Jesús Miranda, Jorge Hernández, Isac Doroteo, José Manuel Castillo, Israel Bravo además de Anta Karen Valdés, medalla de plata en el 2008 y Araceli Hernández medalla de bronce en el 2010. Todos originarios de Pachuca.

El entrenador de 56 años y lentes de los que se asoman unos ojos pequeños dice que en mayo 2019 acudió a la Olimpiada Nacional, en Cancún, Quintana Roo, con el joven de 15 años en ese entonces, José Manuel Castillo González, quien quedó en sexto lugar en la categoría de los 66 kilogramos.

Sin embargo, cuenta que tres meses más tarde, en agosto del 2019, en la misma categoría, José Manuel Castillo ganó medalla de plata a nivel nacional en el Festival Olímpico en el estado de Morelos.

El entrenador detiene el cronómetro electrónico que cuelga de su pecho, suena el silbato dorado que tiene en la mano izquierda y grita “tiempo”. Los jóvenes y el niño dejan de hacer sus ejercicios y toman unos minutos de descanso en las gradas.

Diego se acerca al entrenador y este comienza a ponerle las vendas grises en las manos, primero la izquierda y luego la derecha. Ahora sube al ring y empieza a hacer ejercicios de sombra. Tira jabs, rectos, ganchos. Se mueve alrededor del enlonado tirando golpes al aire.

Jesús suena nuevamente su silbato y reinicia su cronómetro. Brayan regresa a la gobernadora a molerla con rectos de izquierda y derecha. Axel vuelve al saco y lo golpea con ambas manos.

El gimnasio, el cual pertenece al gobierno del estado, cerró sus puertas el pasado 23 de marzo debido a la pandemia del covi-19 y reabrió el 28 de septiembre. Actualmente cuenta con tres entrenadores, Roberto y Javier Miranda además de Jesús.

Dice que este año no ha habido actividad en el gimnasio por la contingencia sanitaria pero que aquí se llevan a cabo el Torneo de nuevos valores, el de Guantes de Oro y la eliminatoria estatal de Primera Fuerza, todos organizados por la Asociación Hidalguense de Boxeo.

Jesús, quien tiene 22 años como entrenador de box, confía que en el mes de noviembre se pueda realizar en el inmueble el torneo Guantes de Oro y regresen de nuevo las peleas al cuadrilátero.

-Ya estamos puestos-, asegura.
¿Algún joven ha pasado de este gimnasio a profesional?
-José Emilio Perea Trujillo, de los más reconocidos porque fue doble campeón del Cinturón de Oro y estuvo rankeado muy bien a nivel nacional e internacional en el boxeo profesional.
-¿Quién era su entrenador?
-Había un cubano que ya falleció, se llamaba Felino Carrillo Quezada, él era su entrenador. Emilio salió a pelear a Filipinas, a Canadá, es de lo más destacable, él surgió de aquí. Empezó a entrenar aquí desde los 16 hasta los 22 años.
-¿Y qué es de él ahora?
-Actualmente sigue peleando pero ya menos que antes. Él es hidalguense, él es de Santa Julia, incluso ya tiene su gimnasio ahí en la calle 5 de mayo.

Dice que ha habido otros jóvenes, de quienes no menciona sus nombres, que han saltado al boxeo profesional pero que no han tenido éxito tras perder sus primeras peleas.

El entrenador vuelve a detener su cronómetro, suena el silbato y grita “tiempo”. Brayan y Axel regresan a las gradas bajo la mirada de su padre en una esquina del ring. Diego detiene sus ejercicios de sombra sobre el enlonado.

-¿Qué se les enseña en el gimnasio?
-Lo primero que les enseñamos es la técnica de boxeo, los desplazamientos, los golpes. Abarcamos la preparación física, la preparación técnico-táctica, la preparación psicológica y la reglamentación de lo que es el boxeo.

Diego, originario de Pachuca, es el más avanzado de la clase. Desde hace dos años acude al gimnasio, no tiene ninguna pelea pero ya ha hecho sparring.

-¿Por qué entrenas boxeo?
-Para estar bien física y mentalmente
-¿Hay algún boxeador que sea tu favorito?
-Sí, Julio César Chávez, me gusta su técnica, su forma de boxear.

Brayan recién inicia entrenar, quiere aprender a defenderse y tener coordinación en el cuerpo. Admira a Saúl “El Canelo” Álvarez.

A Axel le gusta el boxeo. Cursa el tercer año de primaria. Su papá le preguntó si quería aprender box, le respondió que sí y lo metió al gimnasio.

-Me gusta pelear y entrenar fuerte-, dice el niño con una sonrisa. Le faltan dos dientes.
-¿Tienes un ídolo en el boxeo?
-Sí, Rocky Balboa.


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