En 1990, el Dinamo Zagreb de Croacia y el Estrella Roja de Serbia se enfrentaron en un derbi que daría mucho de qué hablar. El presidente de Serbia, Slodoban Milosevic, quería entablar una dictadura que lanzar a a los serbios como “ciudadanos de primera”,lo que desataría que el partido en las gradas alcanzara otros niveles, tomando en cuenta que hasta ese momento, Serbia y Croacia eran los países más importantes de Yugoslavia.
Junto a ellos estaban los eslovenos, bosnios, albaneses, macedonios y kosovares, que hoy son naciones independientes. El desorden comenzó desde antes, en las calles de Zagreb por los seguidores del Estrella Roja, que eran conocidos como “los Delije” y eran liderados por Zeljko Razanatovic.
Se la pasaron lanzando cánticos racistas para provocar la ira y el enojo de los seguidores del Dinamo Zagreb, que en ese entonces eran conocidos como los Bad Blue Boys.
Fue en ese momento cuando los seguidores de ambos equipos saltaron al terreno de juego para comenzar una batalla campal en la que los policías poco hicieron por contener a los serbios, pero atacaron con violencia a los croatas.
Zvonimir Boban se encontraba en el terreno de juego y lanzó una patada hacia uno de los policías,ese hecho sería titulado como el que presagió la Guerra de los Balcanes, que explotaría en 1991.