Una de las máximas figuras del tae kwon do mexicano, la medallista olímpica en Atenas 2004, Iridia Salazar Blanco, fue la invitada de honor de la emisión semanal del Instituto Poblano del Deporte a través de su programa "Entre Campeones", mismo que se difunde a través de sus redes sociales oficiales.
Ahí, la ganadora del oro de los Juegos Panamericanos en Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, habló de sus inicios dentro del deporte, donde gracias a su padre y hermanos comenzó su carrera deportiva en dicha disciplina, lo que reconoce no fue nada sencillo, ya que la presencia femenina no era muy común.
Salazar Blanco reveló que su padre y entrenador siempre fue sumamente exigente, situación que aprendió a manejar y sobre todo a diferenciar, ya que era distinto en casa, pero bastante duro en la práctica del tae kwon do, situación que al final del camino le ayudó a nunca desistir, ni rendirse en la búsqueda de su sueño olímpico.
En ese sentido, recordó el momento vivido en las Olimpiadas, donde su madurez, como persona, pero sobre todo como atleta la impulsó a encarar la justa, a vencer sus miedos y a las rivales que le tocó encarar, lo que tras un camino complicado, a ella redituó en la presea de bronce, que admite, fue un premio a todo lo hecho hasta ese momento.
AFM