Hace unos días Sarah Fuller, la primera mujer en jugar dentro de las mejores conferencias de la NCAA. Stéphanie Frappart, la primera mujer en arbitrar un partido de la Champions.
Ambas fueron noticias en prácticamente todos los portales de internet. Me llama la atención “que llame tanto la atención” y si, así como lo escribo de manera retórica, ¿porque es nota? o más bien si entiendo el porqué, pero no lo comparto.
¿Quién decide este tipo de cosas, quién lidera estas organizaciones como para considerar el “dar una oportunidad” a estas mujeres? Me parece que ahí está la confusión. Necesitamos que esos líderes pongan sobre la mesa más oportunidades.
No se trata de analizar si las mujeres podemos más o menos que los hombres; hay diferencias evidentes, empezando por la fuerza para cierto tipo de cosas, pero hablando del deporte las capacidades son prácticamente iguales. Para mí, siempre regresamos a un punto medular: el rol de la mujer no es más o menos que el del otro género, simplemente es diferente.
El deporte femenino ha reclamado espacios, cobertura, dinero que antes era exclusivo de los hombres. Poco a poco han ido, o hemos ido ganando espacios, y me incluyo como analista de deportes. ¡Ojalá, y por el bien de las niñas y jovencitas, esto se acelere cada vez más.
Roberta Rodríguez Lozano
@robertadeportes
-Atleta de alto rendimiento. Selección Nacional de Natación.