La Afición, una de las mejores etapas de mi vida: Franco Carreño

Franco Carreño García fue siete años director editorial de ‘La Afición’ y su conducción resultó clave para el posicionamiento del primer diario deportivo en México.

Franco Carreño García, con la ciclista Carmen "la Popis" Muñiz y su esposo, Enrique Romero. (Fototeca MILENIO)
Higinio Robles
Ciudad de México /

Abogado de profesión, pero periodista de oficio. Franco Carreño García llegó a La Afición en marzo de 1988, invitado por el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, con el objetivo de potenciar al periódico deportivo en una etapa en la que los medios seguían evolucionando; aunque la tarea no era sencilla, afirma que se cumplieron con los objetivos, pues nunca se dejó de competir y generar buen contenido periodístico.

La experiencia de llegar a un mundo desconocido fue un reto personal y profesional para Carreño García, y lo cuenta así: “No sabía mucho de deportes; me invita el licenciado Ealy, cuando hicimos un estudio de la situación del periódico. Llegué y encontré un gran grupo de trabajo, Jorge Bermejo era el subdirector. Y en cada sección teníamos buenos editores, reporteros, colaboradores. Por ejemplo, la parte de información general estaba a cargo de Arturo Sánchez Aussenac, quien era un periodista de primera y había estado en medios como Excélsior o El Universal; teníamos excelentes cuadros en todos los niveles. La actual secretaria de Seguridad Pública federal (Rosa Icela Rodríguez) también tuvo un periodo de trabajo con nosotros. Y Víctor Cota, quien ahora está como historiador del Consejo Mundial de Boxeo”.


EL COMIENZO

Carreño García se encontró con un México en el que los medios de comunicación deportivos se afianzaban y consolidaban rápido entre la población, siempre ávida de tener a la mano la información de sus equipos y figuras de los distintos deportes. Su principal labor fue mantener y seguir consolidando a La Afición; para ello, una de sus estrategias fue mejorar la circulación, es decir que la gente pudiera seguir contando con la información deportiva más completa del momento en varias disciplinas.

“Don Enrique Gómez Corchado nos ayudó con ello y nos permitió pintar todos los puestos de periódicos y parte de la zona conurbada de color blanco, con los colores de La Afición y el lema ‘El primer diario deportivo de México’, y que así nos vieran, para seguir creciendo gradualmente y para darle mejores contenidos a los lectores. Agregamos una sección de información general con una redacción propia”, recuerda Carreño.

La Afición fue evolucionando. Se incorporaron secciones y talento humano para consolidar la calidad periodística ya adquirida: “Las secciones se fueron enriqueciendo con reporteros y colaboradores, eso nos permitió captar más interés de nuestros lectores; competíamos con otros medios”.

OTROS LOGROS

Carreño recuerda que una de las notas más importantes que le tocó dar a La Afición en su época como director editorial fue la llegada de César Luis Menotti a la Selección Mexicana de Futbol en agosto de 1991, un acontecimiento que cambió al futbol mexicano.

“Nosotros lo dimos a conocer antes que lo anunciara la propia televisora que tenía los derechos. Fue una época interesante en una etapa en la que los medios eran diferentes; siempre tuvimos la presencia en distintos eventos. Mantuvimos la tradición de Fray Nano y los demás fundadores que le dieron mucha importancia al beisbol y al box. El deporte ha sido y es tan dinámico que estuvimos en muchos eventos: los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, el Mundial de Italia 1990, Copa América de 1993, muchas peleas de box, que eran muy importantes. Trabajamos fuerte, se reforzaron varias secciones con gente profesional y otros más. Impulsamos las secciones para enriquecerlo de la mejor manera”, nos cuenta Franco Carreño en ocasión de los 90 años de La Afición.

Carreño enarbola, además, que “muchos deportistas, figuras de toda la talla” han pasado por las páginas de La Afición, hoy también con presencia en Milenio Televisión y laaficion.com; en su etapa, fue “una de las que recuerdo con mayor agrado en mi vida, era una redacción muy casera, se convivía de muy buena manera todos los directivos, la gente de talleres, los reporteros… había muy buenos momentos. Fueron años que me marcaron y les deseo que continúen con la tradición que inició Fray Nano”.


LAS MÁS VISTAS