Tuvieron que pasar 98 años para que los Juegos Olímpicos volvieran a Grecia, en donde surgió este evento deportivo.
Fueron muchos eventos los que marcaron historia en esta justa veraniega, como las ocho medallas (seis de oro y dos de bronce) que consiguió Michael Phelps, o la sorpresiva eliminación de Estados Unidos contra Argentina en basquetbol, pero los mexicanos también dieron nota en aquel verano, al volver con cuatro preseas: tres de plata y un bronce.
Así contamos la inauguración en La Afición
Una noche para recordar siempre
Fue la mejor ceremonia de la historia olímpica. Una mezcla de mitología, arte y música. Emoción, sobre todo. De un país que no podía creer que sus Juegos estuvieran listos
Por Martín del Palacio
Enviado, Atenas
Hay momentos que hielan la piel. Que no dejan respirar y cuyo recuerdo nunca será perturbado por otras memorias en el futuro. Ayer, Grecia entera vivió uno de esos instantes históricos. Cuando Nikolaos Kalamantakis encendió la llama olímpica el país entero se paralizó (después de un despliegue tecnológico insólito en el que la llama olímpica se inclinó para que el medallista de oro en 1996 la alcanzara) y, un segundo después, explotó. Asombro y júbilo. Júbilo y asombro.
Los medallistas mexicanos
Ana Gabriela Guevara
Consiguió plata en la prueba de los 400 metros de atletismo, una hazaña que logró pese a que solo pudo entrenar por 100 días, debido a una lesión en el tendón de Aquiles.
Belem Guerrero
La ciclista originaria de Ciudad Nezahualcóyotl obtuvo el segundo lugar en la carrera por puntos.
Óscar Salazar
El taekwondoín capitalino obtuvo la medalla de plata en la categoría de -58 kilogramos.
Iridia Salazar
Al igual que su hermano, Iridia regresó a México con medalla. Se quedó con el bronce en la categoría de -57 kilogramos.