La Plaza de Toros “Rodolfo Gaona” fue icono del fervor y fiebre taurina por 28 años en la zona sur de Tamaulipas, tradición perdida ante la situación económica de los promotores del espectáculo, pues al no solventar los pagos de todos los involucrados, los embargos causaron el abandono del recinto y su desaparición física hace 15 años.
El inmueble construido sobre la avenida Ayuntamiento, entre las calles Topiltzin y Nafarrete, en la colonia Trueba, hoy solo vive en el recuerdo de los aficionados a la fiesta brava y sus hijos, quienes conservaron ese legado en sitios como el popular bar con el apellido del reconocido matador, ubicado a solo unas cuantas cuadras.
Hoy, el terreno es propiedad de un grupo religioso que tardó años en poder edificar un domo visible en muchas partes de la ciudad como del vecino municipio de Ciudad Madero.
“Muchos de los empresarios relacionados con el toreo, encargados de mantener el espectáculo vigente y que tuvo mucho arraigo en la gente, batallaron para pagarle a toreros y todos los involucrados en las corridas. Ante esto, decidieron embargar muchas cosas al interior. Desde ahí comenzó el deterioro”, dijo Rodolfo Campos, quien junto con su hermano Miguel administran el negocio.
El cronista de Tampico, Josué Picazo, confirmó que la última corrida de toros en el también referido pozo tuvo lugar un 25 de abril de 1989, con la presentación estelar de Miguel Espinoza “Armillita”, aunque el gran triunfador de la corrida fue Edgar Bejarano, ovacionado dando vuelta al ruedo.
Desde entonces, el coloso se llenó de monte, el ruedo, los accesos y las gradas fueron presa fácil de la falta de mantenimiento y presentaron fisuras. Hasta una amplia sección de la barda delimitadora con las calles se cayó.
De forma repentina, apareció maquinaria en junio del 2005 para hacer la demolición del lugar. A lo largo de los más de 20 años de servicio, la plaza Gaona albergó en su interior no sólo inolvidables corridas, también caravanas con grandes artistas y estrellas del cine nacional, fiestas de carnaval, peleas de box, rondas infantiles y concursos de saltos de cuerda de diversas escuelas de la ciudad, entre otros.
“Vinieron las caravanas Corona, vino el cine, peleas de box, últimamente venían artistas como Antonio Águilar y Piporro, se hacían espectáculos de todo tipo, hasta circos, pero todo se perdió”, añadió Miguel Campos.
Un proyecto con homenaje
En 1961, los empresarios Raúl González Valladares y Carlos Jimenez decidieron construir una plaza de toros en el parque España, antiguo campo donde jugaba el Tampico en sus inicios.
Después, el domingo 25 de enero de ese año, Rodolfo Gaona colocó la primera piedra. Tras las pruebas de capacidad para recibir un amplio aforo, el domingo 17 de junio fue inaugurada ante cinco mil aficionados. De acuerdo a las fotografías antiguas y archivos de las corridas, el primer encierro lo protagonizaron Luis Procuna, Joselito Huerta y Juan Silveti, con 6 toros de La Trasquilla.
Desde el primer día se contó con el apoyo y presencia de la Califa de León, don Rodolfo Gaona, el gobernador del estado Norberto Treviño Zapata y el entonces alcalde Francisco A. Villareal.
lpr