Desde su nacimiento, la esgrima ha definido todos los rubros en la vida de Alberto Ángel Cortés García, que como heredero de una familia dedicada a dicho deporte, le inculcó no sólo la pasión por el mismo, sino también, la determinación que le ha permitido cosechar grandes satisfacciones desde que era apenas un niño.
Vivencias que lo han llevado no solo a disfrutar de la disciplina en el rubro de atleta, ya que hoy en día puede presumir de ser árbitro internacional y formador de talentos como entrenador, pasajes que lo colocan como un referente de la esgrima a nivel nacional y que comparte con los lectores de MILENIO Puebla.
¿Cómo te adentraste en el mundo de la esgrima?
“Mis padres fueron esgrimistas, de ahí la razón, la verdad es que desde que empecé a caminar yo comencé a hacer esgrima, ha sido familiar, mis tíos, mis primos, mis padres me lo fomentaron, fueron alumnos de la universidad, entrenaron en la universidad, de ahí salió la familiaridad de mí hacia la escuela cuando estudié en la UAP Cultura Física, empecé mis prácticas profesionales, las hice en la sala de armas de la universidad, así empecé a laborar con el equipo, primero como practicante, después con el profesor Mario Pineda, empecé a ayudarlo a entrenar a los chicos en forma y después me convertí en entrenador”.
En tu etapa como competidor, ¿cuáles fueron tus éxitos?
“Mi primer entrenador fue mi padre, desde infantil ahí empecé la práctica competitiva desde los siete años de edad, a los 15 años un tío mío, el profesor Ricardo López que fue el que me empezó a entrenar, ahí obtuvimos las primeras medallas en la Olimpiada Juvenil en el 96 que fue en Puebla. A los 19 años en 1999 seguí entrenando la especialidad de florete, pero después tuve un cambio de arma al sable, fui a entrenar a Cuba, después viajé a Hungría con el profesor José Navarrete, campeón mundial y medallista olímpico, él me terminó de preparar, obtuve medallas centroamericanas, iberoamericanas, dos medallas mundiales en Newcastle e Islandia, gracias a la relación con Hungría tuve la oportunidad de ser traductor de un curso internacional de espada, ahí hice mi formación como maestro de armas”.
¿En algún momento tuviste deseos de cumplir el sueño olímpico?
“Yo hice una base de entrenamiento en Hungría para viajar a las copas del mundo y poder hacer el rankeo mundial para asistir a Juegos Olímpicos, estuvimos ahí, logramos entrar a los 28 del mundo que son los invitados a Juegos Olímpicos, después por razones personales, que fueron difíciles, tuve que regresar a México a atender situaciones, la vida no dejó que se concretara, pero me dio una formación muy importante, competitiva, haber estado en esos lugares de élite, entrenando y compitiendo, me dio las armas para poder transmitir ahora todos mis conocimientos”.
¿En qué momento se da tu transición a ser árbitro?
“Yo soy árbitro internacional de la especialidad en las tres armas, cuando fueron los Juegos Panamericanos de Guadalajara me llamó la Federación Internacional para ser árbitro de ese evento, pero también podía ser competidor, entonces se toma una decisión en conjunto con mi equipo de trabajo en Hungría, que decíamos ya era mi último año, decidimos que era la forma de seguir viajando a las Copas del Mundo, a los eventos internacionales, viendo qué se está haciendo a nivel mundial, ahora cómo árbitro y así poder seguir estando a la vanguardia, para el entrenamiento de los alumnos”.
¿Cuándo decides también convertirte en entrenador?
“Fue porque coincidió cuando estaba viajando mucho con árbitro que muchos maestros de esgrima se jubilaron aquí en Puebla, hubo una baja muy fuerte de alumnos, llevábamos muy pocos competidores a eventos nacionales, decidí tomar en conjunto con la UAP la batuta, hacer escuelas infantiles, de iniciación, de empezar a hacer un semillero y nutrir a la selección del estado, actualmente tenemos casi todos nuestros equipos llenos, pero fue que coincidió con la jubilación de varios maestros”.
¿Cuál es tu objetivo como entrenador?
“Después de tanto tiempo de estar preparando gente, tenemos a varios que están en el top, tengo una alumna que obtuvo plata en el Nacional Universitario en Guadalajara, Ashley Muñoz, tenemos la idea de clasificar en marzo al Campeonato Panamericano Juvenil con ella, ya va a saltar en la categoría mayor, empezar a pensar en un ciclo olímpico con los contactos que tenemos en Europa, es la idea, abajo de ella viene Marco Antonio Monterrubio, es una categoría menor, pero también puede calificar a los Panamericanos Juveniles”.
¿Cómo te gustaría ser recordado en el futuro?
“Mi sueño va más allá de las medallas, va en que no sea un deporte con pocos practicantes, ni entrenadores, mi sueño es dejar entrenadores formados por mí, que puedan difundir este deporte, porque uno solo abarca muy poco, dejar gente que empiece a trabajar en diferentes zonas, no sólo en la ciudad capital, es la idea, difundir la esgrima más allá de algo casero”, concluyó.
AFM