El título que se le había negado a Óscar Ustari al fin llegó. Después de una lesión que casi acaba con su carrera, el guardameta argentino que militó en Atlas encontró la recompensa a la perseverancia al coronarse con el equipo de Pachuca.
Fue en el año 2017, cuando la espeluznante escena en un juego entre Atlas y Tigres se presentó. Óscar sufrió luxación de la rotula en la rodilla izquierda, además de un problema en el tendón rotuliano.
El cancerbero llevó a cabo su rehabilitación en la perla tapatía, pero cuando estaba por volver, la directiva a cargo en aquel entonces decidió darle las gracias por lo que tuvo que encontrar en el fútbol de uruguay una nueva oportunidad.
La escuadra del Liverpool de aquel país fue el lugar donde Óscar tomó un nuevo aire incluso logrando coronarse campeón en 2019, pasando a la historia, ya que fue la primera ocasión que el club alzó el trofeo local en su historia.
Sus actuaciones y su papel fundamental en la Final en donde incluso atajó un penal clave, le llevó a un nuevo desafío al conjunto de Pachuca, entendiendo que existía una sed de revancha en el fútbol mexicano.
Aunque el destino le puso en la Gran Final con sus queridos rojinegros en el torneo pasado, club por el que nunca ha ocultado el cariño y sobretodo, agradecido con las muestras de cariño de la afición, el fútbol le pago con creces en el Apertura 2022.
Ustari, quien recientemente renovó contrato con Pachuca, al fin pudo colgarse aquella medalla que se le había negado, pues en su carrera incluso puede presumir de una en los Juegos Olímpicos en 2008. Lo que el deporte le debía al guardameta argentino, se lo ha comenzado a pagar con creces.
JMH