De todo lo bueno que se vio la temporada pasada en donde los Warriors de Golden State consiguieron un título de la NBA más a sus vitrinas, nada se ha podido observar en esta temporada. Hecho que ha trascendido en las apuestas deportivas postulando a los de La Bahía con menos opciones de anillo que a principio de curso.
El decepcionante inicio es algo que ni Steve Kerr ha podido creer, pero lo preocupante de todo es que no parece que puedan encontrar la salida a todos los problemas. Ni siquiera Stephen Curry, que cada que pisa la duela hace su mejor trabajo y sigue destacando, ha podido superar la crisis del campeón.
Una temporada que los coloca con récord negativo en cuanto a estadística, pero que por increíble que parezca, los pone a 5 partidos de la cima que ahora tienen los Pelicans de New Orleans.
Es importante que recordemos las palabras de Kerr en el inicio de la liga luego de las constantes decepciones hacia sus aficionados:
“Sé que tenemos una responsabilidad con la liga, con la franquicia y con nuestros aficionados de poner el mejor equipo posible cada noche, pero eso también incluye mantenerlos sanos en el largo plazo”.
A pesar de que han podido recuperar terreno frente a los 9 partidos de distancia de las primeras semanas, los Warriors siguen deambulando sin rumbo en esta temporada. Stephen Curry, a pesar de todo, sigue siendo el referente de unos Warriors desacertados en el triple.
Las nuevas contrataciones, que prometían llenar los huecos que dejaron los jugadores que salieron en el mercado hacia nuevos equipos, no han compensado el gasto, y los de Golden State se encuentran cerca de quedarse, incluso, fuera de los playoffs.
Muchos apostaban porque el equipo superara la crisis del campeón, donde la siguiente temporada luego de ganar el título, el desempeño es, por lo menos, decepcionante. Pero la situación continúa siendo bastante crítica en uno de los equipos que ha ganado más rápidamente un lugar en los libros de la historia reciente de la NBA.
Lo que más destaca, pero para mal, es que esa unión inquebrantable que habían mostrado las temporadas anteriores, sobre todo, en las que fueron campeones, simplemente ya no se ve en la duela.
Es indudable que todo esto afecta en la armonía a la hora de armar las jugadas o en los momentos en que es necesaria una férrea defensa, permitiendo la mayor cantidad de puntos hasta el momento en los anteriores 4 años.
Es por todo esto que las opciones de revalidar el título cada vez están mucho más lejos. Ni siquiera las nuevas contrataciones y los esfuerzos por parte de los jugadores que brillaron la temporada anterior han podido revertir la caída libre del equipo que más emociones ha levantado en los últimos años en la NBA.
Veremos si, en lo que resta de la temporada y antes de que llegue el inicio de los Playoffs, pueden volver al rumbo en donde se les veía como un equipo inquebrantable. Seguramente los fans seguirán apoyando hasta el último partido, y esto pudiera ser el aliciente que les falta para conseguir hilar más victorias.