El alemán llega como número 7 del mundo tras haber alcanzado el 3 en 2017; 2019 fue el año más complicado de su carrera y apenas al cierre comenzó a recuperar su nivel, el cual espera mantener en esta temporada. Ahora, de regreso en Acapulco, desea hacer las cosas bien y meterse otra vez a la final, como lo hizo el año pasado cuando perdió en el juego por el título ante el australiano Nick Kyrgios.
-El inicio de este 2020 no ha sido malo ya que llegaste a semifinales en Australia. ¿Cómo te las arreglaste para lograrlo? Mucho se ha comentado que en Grand Slams no das la talla, pero sabemos que eres muy bueno como para no ganar uno, va a suceder.
Obviamente, me gusta cuando la gente habla mal de mí, si soy honesto, lo hicieron mucho el año pasado y cuando hacen eso me gusta demostrarles lo contrario. En el tema de los Grand Slams es una realidad que no he jugado de la mejor manera, he ganado grandes torneos, pero no he estado a la altura. Siento que sí lo hice en Australia, así que espero continuar eso este año y demostrar de lo que estoy hecho.
-2019 sin duda fue un año duro, quizá el más complicado de tu carrera. No tener mánager fue parte de eso. ¿Cómo lo manejaste para salir adelante y cómo ves toda esa experiencia ahora en retrospectiva?
Definitivamente 2019 no fue fácil, pero aun así al final del año, cuando alguien no tiene una buena temporada, no acaba número 7 del mundo. Logré ir a Londres, jugar grandes partidos, es muy relativo, claro que no fue el año que quería para mí y que deseaba, pero a pesar de todo estuvo bien, estaba luchando con cosas en mi vida personal, fuera de la cancha y estoy feliz, estoy aprendiendo cómo lidiar con eso y ya todo va mucho mejor.
-Estuviste aquí en noviembre para un partido épico ante Roger Federer y te conectaste con la gente, hiciste el esfuerzo con los tenis, el jersey, ¿de dónde viene todo eso?
El tour iba a ser muy especial para mí, así que hice un par de zapatos para cada país porque había lugares en los que no había jugado. De México disfruto cada cosa, la playa, la gente, la atmósfera cada vez que voy a la cancha. Los mexicanos tienen pasión y fuego y son muy similares a mí, nunca estoy callado, siempre dejo salir mis emociones y quizá por eso la gente local me siente más que a otros jugadores.
Platícanos acerca de tus pasiones más allá de una cancha de tenis, ¿cuáles son tus intereses en la vida fuera de tu profesión? ¿Quizá los animales o solo Lovik y Pop?
Tengo a Lovik y Pop, a este último perrito lo recogí, pero ahora ya está con una familia. Lovik fue padre y tuvo a su hijo Junior, y también viaja con nosotros. Definitivamente sí soy un animalista, creo que los seres humanos tomamos ventaja de las hermosas criaturas que tenemos y no las apreciamos, las usamos para ropa, joyas y así no debería ser. Los animales deben ser iguales a todos y no deberíamos usarlos de la manera en que lo hacemos.
Animales
Lovik y Junior son las mascotas de Zverev, y lo acompañan en casi todo el tour.
Buen gesto
En noviembre pasado, en el partido ante Federer, Zverev calentó con una playera del Tri.
Temperamental
El alemán ha trabajado mucho para controlar su carácter y eso se ha reflejado en su juego.