Los estereotipos se han convertido en un grave problema dentro de la sociedad mexicana y en el resto del mundo, ya que, al no encajar en los parámetros de belleza impuestos por la televisión y el universo de la moda, muchas personas sufren de discriminación.
A pesar de la seguridad que muestra arriba del cuadrilátero, Alejandra Montes Luna, mejor conocida en el pancracio como Big Mami reveló que sufrió de ‘gordofobia’, humillaciones, críticas, burlas y discriminación por parte de promotores y compañeros en sus inicios en el ámbito luchístico.
“Mi sueño no era ser luchadora, yo estoy en la lucha libre gracias a mi orgullo, a que muchas personas me humillaron, a los que no creyeron en mí, que me decían que estaba gorda, que este deporte no era para mí. No me importaron las críticas, las burlas y el bullying que se generó, yo les demostré que cuando uno quiere hacer las cosas uno puede, nada es imposible”, reveló en exclusiva para Milenio, La Afición, a quien además confesó que muchos promotores de lucha libre le marcaban para contratar a su hermana, quien tenía mejor físico que ella, motivo por el cual pensó en tirar la toalla:
“Cuando empecé mi carrera luchística empezó conmigo mi hermana que luchaba como Súper Niña, ella si es delgada, todo lo contrario a lo que soy. Los promotores buscaban ese tipo de cuerpo y me hablaban a mi por teléfono, pero era para contratar a mi hermana y llegó un momento donde dije: ‘esto no es para mí’.
Cuando Big Mami iba a renunciar a su sueño de ser luchadora profesional apareció la leyenda del pancracio, Martha Villalobos, quien elevó su autoestima y seguridad para convertirse en una de las luchadoras preferidas del público.
“Cuando estuve a punto de dejar la lucha libre, llegó la señora Martha Villalobos y de ahí la señora me ayudó, me decía que no me cayera, que le echara ganas, tienes mucho carisma, se lo agradezco infinitamente. El regalo más hermoso que me han dado en la vida me lo dio la señora Martha Villalobos, de ella fue la idea de ponerme Big Mama, y de ahí vino el derivado a Big Mami, pero créeme que es el regalo más hermoso que recibí de la vida”, puntualizó.
La lucha más difícil de su vida
Después de todas las dificultades que tuvo que pasar Alejandra para convertirse en la afamada Big Mami, señaló que una de las batallas más complicadas que ha enfrentado ha sido con sus inseguridades, las cuales la llevaron a sufrir depresión.
“Me ha sido muy difícil, todos buscan el prototipo de luchador o luchadora esbelta, con gran cuerpo, una belleza de modelo, grandes atributos, ahorita demuestro que no se necesita un cuerpo perfecto para conquistar sus sueños. Me ha costado muchísimo, pero creo que he salido adelante, gracias al apoyo de la gente y a mi familia que es el pilar de mi carrera, sin ellos yo no sería nadie”, contuvo las palabras debido a que el llanto estaba a punto de hacer acto de presencia. Tomó aire, se secó las lágrimas y continuó:
“Lo más difícil es batallar contra mis propios miedos, es dejar a mis propios monstruos. Muchos no saben cosas de mí, yo sufrí de depresiones y gracias a la lucha libre yo salí adelante, me he caído porque a veces no prefieren a Big Mami y quieren una luchadora con gran cuerpo, pero veo los mensajes de mis seguidores y me levanto y quiero seguir luchando por los que no han logrado cumplir sus sueños y soy la portavoz de que los límites nos los ponemos nosotros”.
Big Mami, su mayor miedo
Alejandra sabe que cuando se retire del pancracio será una luchadora por todos recordada, ya que le ganó no solo a las mejores estetas de México, sino también a todos los prejuicios.
“Miedos serían dejar la lucha libre que es lo que tanto amo, perder a un integrante de mi familia porque es lo más importante y valioso que tengo. Tengo muchos sueños y metas, quiero conquistar el mundo entero, el día de mañana que Big Mami se retire la gente se quede con que es la luchadora que nadie quería, en quien nadie apostaba, pero es la luchadora que más batallas ganó, que más ganas le echó y que pasará a la historia”.
Para concluir con la entrevista, Big Mami envió un mensaje para todos aquellos que se han visto discriminados y excluidos por su aspecto físico.
“No se rindan, sigan luchando por sus sueños porque sí se hacen realidad”, además de enviarle un emotivo mensaje a su Alejandra del pasado: “Gracias, he aprendido cosas, me ayudaste a superar muchos miedos como Alejandra y hacerme la persona más feliz del mundo”.
FCM