El peleador mexicano, Brandon Moreno sigue dando de qué hablar, pues a pesar de haber perdido su título de peso mosca en la UFC ante Alexandre Pantoja, hizo su debut en la lucha libre al aparecer en Triplemanía XXXI.
Moreno se presentó en el evento de la Triple A ante la emoción de los aficionados presentes y aunque todavía luce su vendaje en la mano derecha, subió con determinación al ring, acompañado del Team Baja, conformado por el legendario luchador Nicho El Millonario, así como por Bestia 666, Rey Horus y Xtreme Tiger.
Ya arriba del cuadrilátero, intercambio una serie de palabras con Daga, luchador que ya se encontraba en el ring y quien tiró el primer golpe.
No obstante, Brandon Moreno respondió sorprendiendo a Daga con una patada en el estómago, para después conectarle una serie de golpes y mandarlo a la lona, donde aprovechó para aplicarle una llave, en busca de su rendición.
Con ello, Brandon Moreno se llevó los aplausos del público, quienes le maniestaron su apoyo desde que salió a escena, hasta que se quedó con el tirunfo.
Quiere ser una leyenda
Brandon Moreno tuvo una infancia llena de colores, texturas, sabores, emociones y un sinfín de alegrías. Y es que The Assassin Baby creció entre piñatas y dulces, pues sus padres tenían una empresa que manufacturaba esta tradición mexicana.
Brandon se dedicó a estudiar, ayudar en las labores el hogar y en sus ratos libres se sumergía entre el engrudo y los papeles de colores para crear sus propias piñatas, pero su vida dio un giro de 180 grados al descubrir las artes marciales mixtas, un deporte que descubrió por casualidad, ya que únicamente deseaba hacer ejercicio para mejorar su condición.
“Yo crecí en las piñatas desde que tengo uso de razón; crecí mirando el trabajo de mis papás y hermanos, atender el negocio, el cual todavía tienen, un negocio familiar en su casa. Yo era el más pequeño, mis hermanos crecieron en una etapa donde mis papás estaban desarrollando la empresa y cuando crecí ya la compañía estaba establecida, así que crecí ayudando en la casa y a veces en las piñatas. La transición de esa vida a ésta fue de casualidad. Terminé la primaria y le dije a mis papás que quería practicar algún deporte y encontré las artes marciales mixtas, no sabía qué era, pero se me hizo interesante; mis papás piden informes y un lunes empecé a entrenar”, relató a MILENIO-La Afición.
FCM