Adolfo Tapia, L.A Park o La Parka es la viva imagen de que las cosas no caen del cielo. La leyenda del pancracio le abrió su corazón a MILENIO-La Afición, y en exclusiva recordó lo difícil que fue para él llegar a ser uno de los más grandes ídolos del pancracio.
“Me acuerdo que había una banca de fierro y ahí me dormía, apenas cabía, estaba flaquito, no estaba como ahorita, cabía con madre. Yo quería salir en una revista y los reporteros me decían es que tú no eres nadie, ahora mira, los medios me buscan, la vida ha dado vueltas. Me lleno de nostalgia, alegría, emoción y tristeza hacer esta entrevista en el lugar donde pedía a gritos que me ayudaran” dijo el gladiador.
Agregó que “había unas chicas y una señora ya grande, de nombre Juana La de Garibaldi se metía a los mariachis y veía a unos chavos y a señoras solas y les decía ‘oye no quieres una chica o un chico, te puede acompañar tomándose un trago y bailando, no nos estamos prostituyendo, pero cuando termines si nos quieres regalar una moneda pues te lo agradecemos’. Sufrí mucho porque luego no tenía ni para comer, en el pinche solazo, crudo y sin tragar me decía a mí mismo ‘pa qué tomas’, pero si no tomaba no bailaba, y si no bailaba, no tragaba”.
Adolfo Tapia ha sido el único luchador en México y en el mundo que ha logrado llevar a cima y a los libros de historia del pancracio a dos personajes. La Parka y L.A Park (La Auténtica Parka), un premio a la dedicación, constancia, trabajo y perseverancia.
“Siempre lo dije, a mí no me hicieron los huesos, yo hice los huesos. Al principio como quería triunfar aprendí bien la lucha libre, creo que la cosa o el tip es que yo sí sé luchar, pero nunca salí de la primera lucha cuando era a ras de lona y cuando empecé a bailar y a mover las patas se vino el boom, dije ‘qué hago acá, mejor bailo’, escucho a muchos decir que no lucho, pero a donde fueres haz lo que vieres”, sentenció Adolfo, quien reconoce que ha valido la pena las mal pasadas y las desveladas, pues ha logrado darle carrera a sus hijos, pues dos son abogados y uno ingeniero.
¿Cómo pasó de La Parka a ser L.A Park?
Adolfo Tapia recordó lo difícil que fue la transición del personaje que lo catapultó a la fama La Parka y L.A Park, personaje que encumbró gracias a su magnífica calidad luchística y carisma.
“Fue muy complicado. Inicié en 1992 y salí en 1996 porque me ofrecieron un contrato en Estados Unidos con un dinero que jamás ganaría aquí, me convencen, me voy y me doy cuenta de la explotación que hay en México con el luchador, y ya no quise volver a tener contrato con nadie. Cuando regreso a México en el 2001 ya estaba La Parka (QEPD), yo no quería demandar porque estaba agradecido con Antonio Peña, pero después me cae la demanda, fueron 16 años y comprobé que era La Parka original, después hay una apelación, ya estaba cansado y hablé con Dorian (Roldán) para llegar a un acuerdo, le dije, yo tengo a L.A Park, quédate con La Parka”.
Sobre la lucha donde Adolfo Tapia se jugó el personaje, el cual ganó en un mano a mano con Jesús Huerta Escoboza, mencionó.
“Me dio coraje porque se hace la lucha en el Palacio de los Deportes, nombre contra nombre, yo lo gano y me levantan la mano, a los cinco días me dicen que no es válida, que la Comisión dijo que no porque entraron los Perros del Mal, cabrón siempre lo hacen y nunca hay problema y conmigo sí hubo pedo, dije: ‘quédense con el nombre’”.
Le dolió que Dr. Wagner Jr. perdiera la máscara
Uno de los objetivos que tenía L.A Park era un mano a mano, máscara vs máscara con Dr. Wagner Jr, por lo que al ver desenmascarado al Galeno del Mal frente a Psycho Clown le dolió, por lo que ahora está en busca de un rival digno para apostar su tan preciada tapa.
“Quiero una máscara grande o cabellera importante, alguien que sepa tirar chingadazos. Me gustaría Rush, pero es que cuando lo hablo se me ceban. Ahí está (Dr.) Wagner (Jr.), eran buenos tiros con él, llegaba a mi casa y me quedaba tirado una semana de la chinga que nos poníamos, yo lo conozco sé que es aferrado para pelear y perdió la máscara, me dolió mucho, es como cuando tienes una novia, la quieres y se te va con tu mejor amigo, eso cala”, indicó entre carcajadas.
¿El retiro está cerca?
Adolfo Tapia tiene los minutos contados para convertirse de ídolo a leyenda, y es que el gladiador ya piensa en el retiro, pero para poder dejar los encordados tiene el objetivo de conseguir una máscara o una cabellera de peso para poder decir adiós.
“Sí (he pensado en el retiro). Primero se me reventaron las tripas y los doctores me decían que era infección, miraba como la panza me crecía y las venas se ponían azules, hasta que un doctor de apellido Contreras me revisó y me preparó para cirugía, traía una asepsia abdominal. No tuve apoyo de promotores ni luchadores y la verdad me sentí traicionado. Hace poco me dio covid y estuve muy malo, pasó lo mismo, entonces no pensé en el retiro, pero ahora lo estoy pensando, pero necesito algo, quiero al Rayo de Jalisco, quiero a Canek, si me quedo con ellos y me llevo la máscara ahí mero me retiro (Triplemanía XXX)”.
Sobre la Ruleta de la Muerte donde ocho luchadores expondrán su máscara en la Triplemanía XXX, Adolfo se encuentra en un dilema.
“Sí lo he pensado (ganar en la primera lucha o esperar hasta el final), pero hay una situación que me acorrala. Mi gente de Monterrey me quiere mucho. Cuando estaba luchando con Caín Velázquez salió el Rayo de Jalisco y nos echó a perder la lucha, la gente nos abucheó, entonces traigo una espinita ahí con él, pero me pongo a pensar, si vuelvo a perder en Monterrey, se me viene mi pueblo encima, pero si gano ya no buscaré al Rayo, ¿qué hago? Quiero salir con una máscara”.
ZZM