A poco más de un mes de que se cumplan dos años del fallecimiento de José Luis Alvarado Nieves, mejor conocido como Brazo de Plata o Súper Porky, su hijo Psycho Clown recordó en exclusiva para MILENIO-La Afición en el marco del Día del Padre algunas vivencias que tuvo a lado de su padre, a quien recuerda como el mejor.
“Mi papá fue el mejor del mundo y tuve la fortuna de decírselo en vida y también le di las gracias, por él soy la persona que está aquí con ustedes. Desde pequeño me ponía a trabajar y si no me hubiera enseñado a ganarme la vida con esfuerzo no hubiera logrado lo que estoy haciendo, él sabe que lo amé y lo amo.
“La vida de nadie es color de rosa. Desde muy niño estuve en este bello deporte y había altas y bajas, antes la lucha no era suficiente para sostener una casa, así que recuerdo que desde pequeño me llevaba a las arenas, compraba trompetas, máscaras, dulces y lo que se pudiera vender y cuando él estaba luchando yo vendía esos productos.
“A los 13 años me salí de la casa porque no quería trabajar y mi papá me dijo que para vivir ahí tenía que apoyar y gracias a eso aprendí a valerme por mí mismo. Me enseñó desde lavar trastes, barrer, trapear y ser una persona de bien con un gran corazón como el de él”, expresó el Psycopata del Ring, quien ahora que es padre comprende más a su papá.
“Ser hijo de luchador y padre luchador, ambas son difíciles, ahora comprendo las preocupaciones y todo lo que pasaba para que nosotros estuviéramos bien. A mis hijos les estoy enseñando que hay otros trabajos, no me gustaría ver a mi hijo lastimado, yo tengo las rodillas lastimadas, mi frente y las lumbares, pero si ellos quieren ser luchadores los voy a apoyar o si quieren tener otro trabajo también los apoyaré, lo importante es que sean personas de bien, trabajadores y humildes”, expresó viendo a los ojos a su esposa Zaraida Casas, quien define a Psycho Clown como: “Una joya, es un excelente padre, perfecto, es un papá muy divertido, amoroso, pero hay momentos en los que hay que corregir y convertirse en rudo, pero en general es un papá muy técnico. Habla inglés excelente y como yo no tanto, la mayoría de veces él hace la tarea con ellos, siempre está al pendiente de sus hijos, para mí es un gran esposo y un maravilloso papá”.
Negro Casas: hijo, padre y abuelo luchador
Carismático sobre el ring, pero frío en su vida cotidiana, es como describe José Casas Ruiz, mejor conocido la lucha libre como el Negro Casas, quien doblegó esa frialdad frente a su hija Zaraida Casas.
El rostro duro del 4:40 se llenó de luz, amor, paz y esperanza al escuchar: “Pá, eres el amor de mi vida, le agradezco al destino ser tu hija. Gracias por estar ahí siempre y apoyarme”, palabras que le arrebataron una sonrisa a Pepe, quien respondió con el corazón en la mano: “Eres de las más queridas, tienes una chispa diferente a tus hermanas. Tú eres la más chiquita, tienes un gran sentido del humor, siempre te estás riendo, te diría que el carisma es heredado, pero yo soy carismático en el ring solamente, abajo me convierto en un hombre frío. Te agradezco hija porque de todas mis hijas sin que ellos se sientan mal, tú eres la que me levanta, la que me da ánimos cuando quiero tirar la toalla por las lesiones, por el cansancio, porque llevo dos días sin dormir o llegamos muy cansados; le estoy echando muchas ganas por ti, eres una mujer perseverante y debo de darte las gracias”.
Zaraida es nieta de una de las figuras del pancracio como Don Pepe Tropicasas, así que le preguntó a su padre cómo fue su abuelo con él.
“Como la gente sabe casi no hablo de mis familiares, pero esta vez es diferente porque tú me entrevistas. Mi padre fue quien fue mi primer ídolo después de Batman y Robin. Vi que sacó unas botas de su maleta y me dijo: ‘soy luchador’, y así me empezó a entrar la inquietud por la lucha. A mi papá se le daba llegar un poquito tarde a casa y mi señora madre le dijo: ‘llévate a Pepe’, pues claro era la llave de regreso a casa. El Negro Casas está en el ambiente de la lucha libre desde los seis años”, indicó el gladiador, quien además señaló que aún recurre a Don Pepe Tropicasas para que lo oriente.
“Mi papá siempre me llenó de consejos y aún sigue haciéndolo. Es una pieza fundamental para que yo fuera luchador y se lo agradezco”.
A sus 63 años (tres menos por pandemia, explica el Negro) ya es abuelo, algo que lo llena de satisfacción.
“Tenía la maldición o no sé si Dios me castigó, pero me mandó puras mujeres y los primeros varones que me llegaron fueron Luis y Giovanni, tus hijos, y me puse muy feliz, y luego vinieron mis otros dos nietos varones y ya vimos luz verde, pero todos mis hijos y mis nietos son una bendición, los amo a todos”.
Así lo dijo
“Mi papá fue el mejor del mundo y tuve la fortuna de decírselo en vida y también le di las gracias, por él soy la persona que está aquí con ustedes”
Psycho Clown
Luchador
Las Cifras
8
Luchas de apuesta ha tenido Psycho Clown y en todas ha salido airoso. Destapó a Dr. Wagner Jr, y obtuvo las cabelleras de Rey Escorpión, Texano Jr, y Pagano.
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Años como luchador profesional tiene el Negro Casas, quien se ha convertido en uno de los referentes de la lucha libre mexicana.
MGC