Tuvieron que pasar 15 años para que Séptimo Dragón hiciera su sueño realidad de comenzar una travesía por Japón. Sí, y lo hace casi un año y medio después de que su vida corriera peligro por un accidente en motocicleta. Hoy ha resurgido como el nombre de su personaje.
El próximo 28 de junio, Séptimo Dragón tomará un vuelo que lo llevé al Lejano Oriente para dejar en alto su nombre, el de Salamanca (Guanajuato), el de su gente y el de México en el Tokio Dome, lugar donde luchará con la empresa Gleat. Un logro que hace un año no parecía posible.
Entre la vida y la muerte
Hace algunos meses, Séptimo Dragón regresó a los encordados luego de que hace un año y medio sufrió un accidente en moto que lo puso entre la pequeña línea de la vida y la muerte.
“Tuve un accidente en motocicleta hace un año y medio, fue muy difícil, porque mi vida estuvo en riesgo, de hecho, no había probabilidad de que viviera, toda la probabilidad era la muerte”, contó a MILENIO-La Afición.
Y de inmediato agregó que la recuperación fue aún más dura que el mismo accidente sufrido.
“El post accidente creo que fue lo más duro, porque en el accidente yo estuve en coma, literalmente no supe qué fue lo que pasó. Yo salí pesando 49 kilos del hospital, con una herida en el estómago y aún me drenaban los órganos; no sabía que me podría dedicar de nuevo al combate, a la lucha”.
Sin embargo, hoy todo eso quedó en una mala experiencia. Ahora Séptimo Dragón se prepara para el viaje a Japón, país que ya estaba en su destino luego de recibir la invitación del luchador japonés Cima. La primera vez no pudo concretarse, pero en esta ocasión ya está todo listo para cumplir su sueño.
“Ya me había dicho antes (Cima) que quería llevarme a Japón, pero nunca llegamos a nada, y hace unos meses me informó que habría un evento grande en la empresa Gleat, que es donde trabaja, y me dijo que me quería llevar para el evento que se realizaría en el Tokio Dome”.
Su gusto, desde niño
Séptimo Dragón debutó en abril del 2008 con el nombre de Rejoneador, el cual le prestó su maestro Máscara de Acero. Desde entonces, el niño que soñaba con ser el mejor sintió la adrenalina y le gustó el ambiente del pancracio.
“A los 6 años, empecé a ir a las luchas con mi papá, y de repente me surgió la idea de querer ser luchador. A los 13 años conocí mi primer gimnasio de lucha y empecé a entrenar, y de ahí no hubo nada que me quitara ese sueño, y hasta la fecha todo lo demás es historia, sigo trabajando en este medio”.
Dentro del pancracio es difícil trascender cuando no se viene de una familia luchística, tal es el caso de Séptimo Dragón, pero con trabajo ha escalado al lado de sus grandes maestros: Rey Latino, Rey Muerte, Máscara de Acero, y su maestro de artes marciales mixtas, Ricardo Villalón.
Séptimo Dragón tiene un gran compromiso: demostrar todo lo que ha trabajado durante 15 años. En unos días se convertirá en un referente de la lucha libre del Bajío, al ser el segundo gladiador que pise tierras niponas, uno de los más recordados fue el ya fallecido, Bobby Lee.
MGC