Annet Negesa era una atleta de media distancia de Uganda que rompió un récord nacional en su país en 800 metros en 2011, cuando tenía tan solo 20 años, pero sus sueños fueron derrumbados cuando no la permitieron ser parte de la cúpula mundial de atletismo por ser una persona intersexual.
La atleta que se identifica como mujer con genitales externos femeninos, pero también con genitales masculinos internos, motivo por el cual generaba altos niveles de testosterona, ante esto no le fue permitido competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pues creen que eso le daba ventaja sobre las demás corredoras.
Una operación que le salió muy cara
Tras esta triste noticia, Negesa intentó alterar su cuerpo con una operación para que pudiera competir, una cirugía que le fue recomendada por el doctor Stephane Bermon, director del departamento de salud y ciencia del organismo antes conocido como IAAF, ahora conocida como World Athletics, aunque esta Federación negó esta información.
"La Federación nunca ha forzado a ningún atleta afectado por estas regulaciones a someterse a cirugía ni ha financiado ninguno de estos tratamientos", fue el pronunciamiento que dieron tras lo declarado por Annet en el documental alemán de la cadena ARD.
Tuvieron que pasar siete años para que la atleta hablara sobre lo sucedido, pues aquella cirugía que se realizó en el Womens Hospital International & Fertility Centre de Kampala, capital de su país, le costó 900 dólares, cantidad que le pagó a dos médicos que no le dieron mucha información para hacerse una gonadectomía para extraer sus testículos internos.
"Me desperté a la mañana siguiente con cortes en mi cuerpo. Sentí mucho miedo. No estaba enterada de que iban a abrir mi cuerpo".
Además de la operación que tuvo, la deportista no tuvo los correctos cuidados post operatorios, que debían tener pastillas para regular sus hormonas.
Desde aquel trágico momento, Negesa tuvo que dejar el deporte que tanto amaba por un largo tiempo debido a los fuertes dolores de cabeza y en articulaciones, además de que haber sufrido depresión.
Sin poder regresar a su país natal
Actualmente, Annet Negesa vive en Berlín, Alemania ya que nunca pudo regresar a Uganda, un país donde es ilegal ser de la comunidad LGBTI, por lo que no tienen ningún tipo de derecho.
ZZM