Actualmente, todos los eventos deportivos internacionales que se llevan a cabo año con año deben llevar consigo un elemento sin el cual -actualmente- es impensable que un atleta clasifique; la prueba antidoping.
El examen es uno de los más difíciles para un atleta de cara a una competencia, ya que algún error cometido podría costarle meses e incluso años de trabajo. Pero, ¿Cómo surgió esta rigurosa prueba?
Antes de 1967, lo que los atletas consumían antes o después de sus competencias tenía poca relevancia, sin embargo, la muerte del inglés Thomas Simpson encendió las alertas en las diferentes asociaciones deportivas.
Simpson nació en el Reino Unido en 1937 y -para entonces- ya era un ciclista de fama considerable, pues contaba con una medalla de bronce en la prueba de persecución por equipos en los Juegos Olímpicos de 1956 y una medalla de oro en el campeonato mundial de ciclismo en ruta de 1965.
Se corría la décimo tercera etapa de la edición del Tour de Francia de 1967 cuando Thomas comenzó a sentir un mareo que, de inicio, creyó que se debía al brutal calor del día así que se mantuvo en la competencia.
Poco tiempo después, los miembros de su equipo percibieron un zigzagueo que provocó que el inglés se estrellara en el asfalto. Aunque estaba sudando y temblando, Simpson se empeñó en volver a subir a su vehículo; se dice que sus últimas palabras fueron "pónganme de nuevo en mi bicicleta"... retomó y unos metros después murió.
¿La causa oficial de su muerte? Un paro cardiaco por tomar anfetaminas con brandi.
¿CUÁNDO FUE LA PRIMERA PRUEBA ANTIDOPING?
Este trágico suceso hizo que los organizadores comenzaran a preocuparse por las sustancias que ingerían los atletas y las consecuencias que estas podrían traer.
Ante ello, el Comité Olímpico Internacional se unió a la preocupación generalizada en el mundo del deporte y las primeras pruebas antidoping se realizaron en México, en 1968.