Este año el Maratón de la Ciudad de México comienza una nueva etapa, pero las metas no solo están en mantener la etiqueta oro de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), ahora quieren la platino, pero antes de poder dar un paso en firme en su búsqueda deben terminar con esos corredores que deciden tomar atajos y no completar el recorrido de los 42 kilómetros.
“Estamos muy emocionados con lo que viene ahora. Somos una nueva administración y queremos que este evento no solo se mantenga como el mejor de Latinoamérica, queremos escalar en ese top 10. El reto es una nueva estrategia e imagen, pero al mismo tiempo atacar un tema súper importante, disminuir esos primeros lugares que tenemos en cantidad de los tramposos”, dijo en entrevista con La Afición Arlette Parres Burelo, directora de Organización de Eventos del Instituto del Deporte de la Ciudad de México.
La organizadora explicó que el deseo de que más corredores completen el recorrido es uno de los puntos principales de su estrategia para este año y eso los ayudará para pelear por esa nueva etiqueta platino.
“Será un trabajo difícil detectar a estas personas, pero por eso habrá cada determinados kilómetros las cámaras y varios candados para checar que los corredores en verdad terminen… Pero también a los que detectemos que hicieron trampa, habrá un pequeño cambio y no se van a poder inscribir el año que viene”, declaró la directora, quien destacó que la medalla está increíble, pero la importancia es llevársela a casa como reconocimiento al esfuerzo.
Con las reglas claras, Parres Burelo reconoció que el proceso para la organización de este evento no fue sencillo, pues con el cambio de gobierno tuvieron de diciembre para acá para ponerse al corriente de todo, cuando normalmente un evento así necesita de un año de trabajo.
“La verdad estuvo muy padre lo que hizo la administración pasada y la idea es hacerlo crecer. Es un evento hecho para la ciudadanía, no solo para los que corren, también para la familia y para todos aquellos que están involucrados. La verdad que valió la pena la espera, nadie sabía si iba a continuar y ahora vemos que valió la pena esperar, tenemos un buen elemento y con una imagen fresca”, aseguró.
Una de las ventajas que mencionó es el precio de inscripción al maratón, que se mantuvo a pesar de todos los cambios.
“A pesar de que es de los 10 mejores maratones del mundo, es uno de los más baratos. Queremos que la gente corra, que disfrute y que vuelva por el resto de la colección de medallas. Queremos que sea una fiesta”, abundó.
Para esta edición aún no se tienen los nombres de los corredores elite que participarán en el evento, pero adelantó que ya está trabajando en todos los temas que involucran la participación de este tipo de corredores, sin descuidar –“obviamente”– la experiencia del corredor local.
Según números de la organización para el 25 de agosto, fecha pactada para el arranque, se espera una afluencia de 30 mil corredores inscritos, para así seguir acumulando las especificaciones que se necesitan para ir por la etiqueta platino y hacer de este maratón un evento con mucho mayor peso internacional.