Una pegada como patada de mula y un aguante sin igual, ese fue sin duda una de las glorias del boxeo lagunero, Joaquín "Petrolero" Macías, campeón nacional en los 80, incluso llegó a disputar un campeonato mundial.
Hoy se le recuerda a ese personaje, orgulloso de la colonia Lucio Blanco en Torreón, donde hasta el momento vive, con gran cariño y aprecio, pues fue, junto a los hermanos Chong, ellos de Gómez Palacio, los detonadores y grandes promotores del deporte de las orejas de coliflor y las narices chatas.
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Macías se coronó campeón nacional peso medio en el mes de agosto de 1980, luego de derrotar por nocaut en el octavo round al yucateco José Baquedano.
Inició muy joven en el boxeo en el Gimnasio del Cerro de la Cruz de don José Luévanos, de entrada situado en un barrio bravo y con buenos y aguerridos compañeros de establo.
Tras entrenar arduamente, llegó el debut en el amateur en el año de 1973, haciendo su presentación en San Pedro de las Colonias, Coahuila, donde lo hizo con un nocaut, como era su costumbre, dejando en la lona a su rival en el segundo asalto.
La Arena Olímpico Laguna de Gómez Palacio fue su bunker en más de 10 peleas, destacando en ese entonces, sonoras victorias ante Vicente Pinon en 1976 y Rogelio Vera en el 77.
Inició su internacionalización en el 75, en el mes de agosto se midió en el Olympic Auditorium de Los Angeles a Felton Marshall, contra el cual empató en una fragosa batalla. Tras varias peleas y algunos descalabros, llegó la gran oportunidad por el campeonato nacional medio, peleando contra Mario Luna el 31 de marzo de 1979 en la plaza de toros Calafia de Mexicali. Baja California, a quien noqueó en el cuarto asalto.
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En febrero de 1981 le llegó la gran oportunidad, la de disputar un campeonato mundial, lo hizo ante Marvin Sanders en Los Angeles, lastimosamente no ganó, regresó a México para defender con éxito su campeonato nacional. En octubre del 81 fue su última pelea ante Mario Maldonado, perdió y decidió retirarse de los ensogados.
Junto a Macías, destacaron en esos tiempos Vicente Mijares, tío de Cristian; y Sigifrido Rodríguez, quien falleciera hace pocos años.
Actualmente en su hogar, en la colonia Lucio Blanco, acondicionó un gimnasio de boxeo, donde pretende entrenar a las nuevas generaciones y alejar de las malas costumbres a los niños y jóvenes del sector.
EGO