Al no poder estar en los sitios adecuados para prepararse óptimamente como requiere todo deportista de alto rendimiento, ahora los atletas tuvieron que ser creativos desde sus casas para continuar entrenando y mantener la condición física, y en algunos casos la parte técnica.
Nadar en piscinas instaladas en el jardín, ejercicio físico en un árbol, acrobacias en la sala de la casa o simplemente convertir un espacio de la vivienda en gimnasio, es parte de lo que han hecho los deportistas de alto rendimiento para mantenerse activos tras la contingencia.
“Tenemos que utilizar los recursos que tenemos disponibles. Hace dos semanas compramos una alberca montable para ponerla en un jardín, con la finalidad de nadar un poco. Nos amarramos en una cuerda y a un poste, y lo hacemos para seguir en contacto con el agua. También hicimos unas pesas con concreto para trabajar el aspecto físico”, declaró Héctor Ruvalcaba, quien tiene la marca B en los 200 metros mariposa para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Por su parte, el patinador artístico, Donovan Carillo, no ha podido entrenar en hielo tras estar los inmuebles cerrados, por lo tanto, se las ingenia para realizar sus rutinas en el piso y con patines sobre ruedas.
“Estoy adaptándome a esta nueva manera de entrenar en casa, con el equipo que tenemos a nuestra disposición, con sillas, con garrafones, y es desafiante porque tenemos que adaptarnos, pero no es imposible. Hago mi parte de preparación fuera del hielo con ejercicios correspondientes a la técnica, y a la simulación de salto con hielo, pero como no tengo hielo lo hago en el piso”, mencionó Carrillo.
Deportes que se prestan más
Hay casos donde los deportistas pueden entrenar con mayor facilidad en casa, ya que su disciplina les permite no hacer uso de una instalación de alto rendimiento, sin embargo, hay otros donde sí se les complica, por ejemplo, para quienes practican gimnasia, porque el gimnasio es vital para que puedan trabajar con los aparatos.
“Ahora es solo salir a correr, y manteniendo la distancia de otra gente en temas sanitarios. Estoy entrenando en casa, pero no todo es igual. Buscamos en qué se puede entrenar y le damos un uso, por ejemplo encontramos un árbol y ahí hacemos abdominales”, expresó el gimnasta Fabián de Luna.
Otro caso similar es el Dafne Navarro, quien no cuenta con el trampolín para trabajar la parte técnica en sus acrobacias.
“La primera semana de cuarentena fue complicado porque no sabía qué hacer, pero después realicé dos sesiones de trabajo físico al día, y una de cardio, y ahora ya estoy más adaptada a este estilo de vida. De repente he querido hacer un poco de ejercicio de acrobacia, pero se me complica, porque no tenemos colchones, pero he hecho mortales hacía atrás en el piso. Hay deportes más accesibles que otros, pero en mi deporte es más complicado trabajar la parte técnica”, dijo.
Con ayuda del vecino
También hay otro tipo de situaciones, donde el deportista recurre a los lujos del vecino para poder satisfacer esa necesidad de entrenar en las condiciones adecuadas, como es el caso de Nuria Diosdado, quien como buena sirena, debe permanecer en el agua para sentirse viva.
“Estoy saliendo a mi jardín, a mi terraza, donde tengo buen espacio para hacer ejercicio, inclusive salgo a correr, vivo en una zona privada donde no hay coches y gente, entonces tengo esa posibilidad de seguir con el cardio. No utilizo pesas, todo es con ligas, así que todo lo que pueda hacer dentro de casa, específicamente en mi deporte, es la flexibilidad. De pronto tengo la oportunidad de ir a la casa de mi vecina, que tiene un jardín con alberca, y ahí trato de nadar porque no tengo la profundidad para hacer lo que es el nado sincronizado, y trató de hacer distancia, media hora de nado continuo. La idea es sentir el agua, me sirve para relajarme y volver a mi espacio, es decir que necesito constantemente el agua, incluso me baño dos o tres veces al día, porque necesito sentir mi cabello mojado”, mencionó.