Tras perder la lucha contra la Federación Mexicana de Esgrima y al no haber recibido el apoyo del Comité Olímpico Mexicano y la Conade, Paola Pliego ha tomado la decisión de cambiarse de nacionalidad y ahora competirá por Uzbekistán.
Sin embargo no es el primer caso en el que -recientemente- un atleta connacional se va a las filas de otra federación por la falta de estímulos de parte de las autoridades deportivas mexicanas, o bien, por lo procesos de selección que se llevan a cabo.
El año pasado, el taekwondoín Damían Villa optó por representar a Estados Unidos, en sus palabras comentó que su decisión obedecía compromisos personales, por lo que no podía ser partícipe de las concentraciones que exige la FMT.
Por su parte, Gabriela Bayardo, en noviembre del 2017, se mudó a Holanda, renunciando a buscar ser parte de la selección mexicana; en este ciclo olímpico buscará estar en todas las competencias posibles y llegar a los Olímpicos de Tokio 2020, ya sea representando a México u Holanda.
"El futuro dirá ya que me gusta México, pero también me siento bien aquí en Holanda. Mi plan es seguir compitiendo en el alto nivel y los límites los pone uno mismo, yo más que enfocarme en mis rivales o al país que enfrentaré me concentro en mi competencia y en cada uno de mis disparos, ya que en la línea de tiro somos el arco y yo", señaló la atleta de 23 años de edad.
Otro mexicano que decidió competir por una nación extranjera fue el jinete Alberto Michan, quien después de haber competido por México en los Olímpicos de 2008 y 2012, se ha enrolado con Israel rumbo a Tokio 2020. El cambio fue realizado a principios del 2018.