Ariel Schrenck, nadador paralímpico, no podrá olvidar lo sucedido en la playa de Sant Feliu de Guíxols, Girona, lugar en el que decidió ir a entrenar luego de que el gobierno de España decidió levantar la cuarentena bajo algunas medidas sanitarias.
Sin embargo, el deportista se llevó un gran susto, pues mientras nadaba en el mar, dos tiburones lo acechaban a algunos metros de donde él se encontraba, por lo que sus padres, quienes lo acompañaban y lo grababan mientras entrenaban, se percataron del peligro y comenzaron a gritarle.
“Me concentré en poder gritarle para que me escuchara y poder hacerle salir del agua”, comentó Carolina Martínez, madre de Ariel para Jugones.
Schrenck continuaba nadando, pero después de un tiempo se detuvo para "recuperar aire y veo cómo mi madre me empezó a gritar como una loca. Si me grita con esta locura es que hay tiburones en el agua”. Al percatarse de lo que sucedía comenzó a nadar para salir del mar.
“En ese momento me entraba un pánico terrible en el cuerpo y empecé a nadar como loco, creo que estaba a 100 metros de la orilla”, declaró Ariel a Josep Pedrerol del programa Jugones.
El nadador paralímpico recordó que no estaba en buena forma física tras la cuarentena, por lo que "casi me muero" al llegar a la orilla.
Cabe mencionar que la playa de Sant Feliu de Guíxols es una zona en la que casi no hay tiburones, aunque se atribuye que esta situación se dio debido a la ausencia de personas luego del confinamiento que se dio por el coronavirus.
ZZM