El oro que obtuvo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla 2018, le vino a cambiar la vida a la boxeadora amateur Esmeralda Falcón, ya que después de ganar ese título finalmente le llegaron las becas deportivas, y ahora puede enfocarse más hacia su sueño olímpico.
“En el ámbito deportivo esta medalla vino a cambiar toda mi vida porque siempre fui una de las seleccionadas que nunca tuve beca, desde el 2014 soy seleccionada nacional y ni ese apoyo tenía. Así que empecé a recibir una beca y me dio la facilidad de solo estudiar y entrenar, porque antes también trabajaba. También ese oro me abrió expectativas y realidades, me hizo creer más en que tengo posibilidades de llegar a los Juegos Olímpicos, y que solo se requiere de trabajo y determinación para lograr los objetivos”, declaró Falcón.
Además la pugilista llamó la atención de boxeadores profesionales, quienes le vieron el potencial en este deporte y la han apoyado en distintas formas, tal es el caso de Óscar Valdez y Mariana “Barbie” Juárez.
“El día que recibí la noticia de que no había recurso para ir al pre panamericano, estaba Óscar y la Barbie Juárez, los dos se pusieron a mi disposición, y me dijeron que en lo que me pudieran apoyar lo iban a hacer, y no iban a dejar que me alejara del boxeo, así que en ese entonces él pagó mi boleto de avión para Nicaragua, y ella me apoyó para tener viáticos allá, entonces estoy muy agradecido con ellos. En ocasiones tengo comunicación con Óscar Valdez y cuando va al COM le pido consejos, mientras que a la Barbie le ayudó con su preparación cuando se puede”, señaló.
Así, finalmente Esmeralda pudo estar en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 donde obtuvo el bronce, y ahora el siguiente paso será llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
“El evento preolímpico será del 6 al 13 de mayo en Argentina y debo de estar dentro del podio para obtener el boleto. En ese certamen habrá rivales fuertes como Rashida Ellis de Estados Unidos, Beatriz Ferreira de Brasil y Dayana Sánchez de Argentina, pero ya me he enfrentado a ellas y si me las encuentro en el preolímpico lo haré con mis errores corregidos”, expresó la deportista, quien busca el pase olímpico en la categoría de menos de 60 kilos.
Falcón por ahora entrena en el Deportivo Los Galeana, ubicado en la Alcaldía Gustavo A Madero, y lo hace de manera individual, lo cual le ha sido de mucho beneficio para la pugilista.
“No vamos a tener periodo de concentración, la Federación Mexicana de Boxeo quería que nos concentráramos en Tlaxcala o en el Comité Olímpico Mexicano, pero no ha habido oportunidad por lo del semáforo rojo, y lo único que se nos adelantó que solo vamos a tener un campamento en Colombia donde estarán todos los países que participarán en el preolímpico. Ahora le tengo que sacar el mayor provecho posible a esta situación de que mis entrenamientos son individuales y están siendo personalizados, y lo primero que quiero es clasificar a Olímpicos, y ya después de lograr esa meta pensaré en el color de la medalla. Hemos revisado todas mis peleas y vimos esos detalles donde mi guardia era baja y ahora hago ejercicios para tenerla arriba, además se está puliendo los aspectos técnicos, lo cual me estaba fallando un poco”, mencionó.
Y no solamente Esmeralda está peleando para lograr el sueño olímpico en Tokio 2021, sino también tiene planeado llegar a París 2024 y así dejar pausado el paso al profesionalismo.
“Desde que inicié en el boxeo dije que tenía que buscar la motivación para dos ciclos olímpicos porque la meta que tengo es ambiciosa y se requiere tiempo. Me hubiese gustado empezar más joven en el boxeo, comencé a los 18 años a pelear pero si hubieran sido unos tres años antes sería ya este mi segundo ciclo olímpico, pero las cosas pasan por algo y siento que llegué en el momento adecuado, entonces si quiero probar el profesionalismo pero sería hasta después de París 2024”, mencionó.
Sufrió de covid-19
La boxeadora tuvo que parar sus entrenamientos por un tiempo ya que dio positivo por covid-19 e incluso sus papás fueron diagnosticados con la misma enfermedad.
“En un inicio yo no tuve ningún síntoma, pero mis padres sí. Con el tiempo se le presentaron síntomas a ellos, y más a mi padre, pero mis papás estaban preocupados por mi ya que tengo asma y no querían que se agravara, entonces el médico me empezó a dar un tratamiento para ello, así que estuve en cuarentena. La secuela que me quedó es que al hablar se escucha mi voz como si tuviera tos y en ocasiones tozo, y es porque te queda rasposa la garganta, mientras que mi papá ocupa aún oxígeno y es una secuela con la que se va a quedar. Por esa enfermedad se paró mi entrenamiento y volví a prepararme el 28 de octubre ya de manera normal”, indicó.