Este año será el momento para que la lucha libre mexicana femenil llegue hasta lo más alto en su historia. El reality show Heroínas brindará la oportunidad tanto a deportistas consolidadas como al joven talento de explotar sus habilidades y, sobre todo, crecer dentro del mundo del deporte.
A vísperas del comienzo de la competencia las luchadoras Ludark, Reina Dorada y Guerrera Isis se preparan para dar lo mejor dentro del reality. Cada una de ellas mantiene altas expectativas, por lo que esperan que se apoye al talento.
“Yo espero que la gente no apoye por carisma sino por la técnica, por lo que es en verdad ser una luchadora porque el público siempre le va a la que le cae mejor y son consideradas las mejores del mundo. Espero que la afición se enfoque en la calidad y no en la popularidad en las redes sociales”, asegura Ludark.
Asimismo ven al programa Heroínas como un buen lugar para lucirse en el ring y crear mejores oportunidades para crecer en el medio: “Hay muchísimas rivales y sirve para ampliar la lucha libre. Muchas veces en otros lugares cuidan mucho a las chicas o no quieren ver gente de la ciudad pero aquí se hará una apertura trayendo a luchadoras de todo el país y será una oportunidad para que toda la gente las vea”, añadió Ludark.
Orgullosas de lo que son
Debido creciente movimiento social femenino, las luchadoras ven a este espacio como un medio de difusión y demostrar que no sólo son "caras bonitas".
"En estos tiempos donde el empoderamiento femenino se está dando a la luz y es importante que nos apoyen en carteles exclusivos porque siempre estamos en las primeras luchas. Pienso que la gente sí pagaría por vernos ya que tenemos calidad", confesó Reina Dorada al respecto.
Por su parte, Guerrera Isis reconoce que muchas luchadoras no han tenido las oportunidades para triunfar, por lo que este tipo de proyectos ayudan al crecimiento deportivo de las mujeres: "no hay carteles donde mujeres sean la atracción principal en los eventos pero estos programas darán a conocer a todas las luchadoras y crearán nuevas rivalidades".
Para Guerrera, estas carencias no sólo se viven dentro de la lucha libre , sino también dentro del deporte en general: "Estamos estancadas porque no hay apoyo ni oportunidades de salir o para probarte en otros lugares y ver lo que puedes hacer. Así no vas a llegar a tus metas y cuando te enfrentas a otras personas, te das cuenta del nivel que no tienes".
De vuelta a la realidad
A pesar de los aplausos y ovaciones que reciben en cada contienda, ellas mantiene "los pies en la tierra" y confiesan que la vida detrás de la máscara es igual que la de muchas mujeres en el mundo.
"No todas llevamos lo mismo. Muchas luchadoras son madres, se dedican al gimnasio, estudian o tienen otro trabajo. En lo personal me gusta el estudio y, aunque ya terminé mi carrera, me gustaría hacer un diplomado o aprender un idioma. Tal vez lo que coincide con todas son las lesiones y el riesgo de subir al ring" detalla Ludark con respecto a su vida personal.
Además, cada luchadora guarda una razón en especial para ponerse la máscara. Desde la infancia, Reina Dorada aclara que siempre tuvo el deseo de convertirse en una luchadora profesional: "La inspiración está en los sueños que tienes desde pequeña. Me remonto cuando era niña y me dan muchas ganas de subir al ring y ser la persona que siempre quisiste ser".
Pesé a ser una competencia por demostrar quién es la mejor, las luchadoras guardan un profundo respeto para cada una de sus compañeras. Bajo un ambiente amigable y unido, esperan gran apoyo para que Heroínas sea todo un éxito.