Más de 30 mil personas se dieron cita al cumpleaños de nuestra querida Plaza México. Los cuatro espadas cortaron orejas. Ponce rotundo cortó dos y pinchó otra colosal faena. Luis David Adame valiente y solvente también cortó dos. Sergio Flores con dos auriculares en la espuerta se mostró digno cumpliendo con su compromiso. Hermoso de Mendoza lució sobrio y elegante y sólo cortó una oreja. El Juez Enrique Braun estuvo muy dadivoso.
Gran juego del bien presentado ganado queretano de Los Encinos, criados por el Lic. Eduardo Martínez Urquidi. 1° bravo y emotivo 2° noble y suave digno de arrastre lento 3° noble un tanto áspero 4° noble que gazapeaba 5° fijo que fue mejorando 6° noble que también recibió arrastre lento 6° manso que se dejó meter mano 7° noble sin transmisión 8° poco emotivo.
Con una casaca negra bordada en plata abrió plaza el Navarro Pablo Hermoso de Mendoza quien lució ampliamente con sus cabalgaduras a la minina distancia de los pitones del astado y clavando al estribo. Cuidando y midiendo mucho el castigo que le dio a sus dos toros que enfrentó. Con su primero pasó fatigas con las espadas y fue abroncado; con su segundo estuvo a la misma altura destacando un par a dos manos. Está vez acertó con el acero entero trasero y el Juez le concedió una oreja.
El Valenciano Enrique Ponce elegantemente vestido de azul turquesa y oro se dio vuelo toreando con largura y rectitud y llegó a realizar en un par de ocasiones el pase de su creación, “La Poncina”. Media en buen sitio para recibir merecidamente dos orejas y pasear con mucho respeto y cariño la bandera de México a sus hombros con la entrega total de la plaza que tanto lo admira. Ante su segundo volvió a poner la plaza de cabeza con su finura y elegancia con unos remates dignos de una pintura de Ruano Llopis. Logró pegar unos largos muletazos con cambios de mano soberbios. Pinchó dos veces antes de una entera caída. Todo quedó en una vuelta al ruedo y una cariñosa ovación cerrada en el centro del ruedo.
De verde bandera y oro vino esta tarde el tlaxcalteca Sergio Flores. Ante su primero se vio bien de capa. Con la muleta le pudo a un animal que se quedó un tanto crudo y en ocasiones fue peligroso. Su banderillero Gustavo Campos saludó en el tercio. Mató de entera desprendida y cortó una oreja. Con su segundo también alborotó la plaza al abandonarse ante un toro que se dejó pegar muletazos de todo tipo. Al entrar a matar el toro se cayó y no pudo vaciar el estoque. Posteriormente metió una entera traserilla que tardó en doblar. Cortó otra oreja que a mucho público le pareció excesiva.
El hidrocálido Luis David Adame, vestido de marino y oro realizó a su primero un buen quite por chicuelinas. Con la muleta logró hilvanar buenas tandas de muletazos y al final de de su faena fue cogido aparatosamente y al parecer lo hirió en la pierna izquierda, situación que conmovió al público y al Juez y le otorgó dos. Para la mayoría nos parecieron excesivas. Pasó a la enfermería para salir a matar al que cerró plaza, donde lo vimos nuevamente voluntarioso y con decisión y planta.
La semana que entra la empresa anuncia la tradicional oreja de oro con Saldivar, Flores y Lagravé con toros de Gilio y Cieneguillas.