Fabiola Ramírez no tiene límites. La nadadora concretó en Tokio 2020 el sueño de subirse al podio en unos Juegos Paralímpicos, el cual comenzó cuando tenía 15 años. En esta edición obtuvo el bronce en la categoría de 100 metros espalda, la prueba que mejor domina, mientras que en Pekín 2008 y Río de Janeiro 2016 lo intentó, pero se quedó en el noveno y décimo lugar, respectivamente.
Esa presea de bronce le da mayor ánimo a Ramírez para continuar su camino rumbo a París 2024 y buscar más preseas. Además, la nadadora tiene su carrera en Derecho y la cual está ejerciendo actualmente, y estudia una maestría en Administración Pública.
¿Qué significado tiene para ti esta medalla paralímpica?
Tener una medalla paralímpica es la culminación de todo atleta paralímpico. Desde que uno entra al alto rendimiento el primer sueño es asistir a unos Juegos Paralímpicos, después pasar a una final y luego buscar estar dentro de los tres primeros del mundo; creo que a lo largo de mi carrera deportiva es lo que siempre había buscado.
¿En algún momento viste complicado lograr este sueño de subir al podio?
Complicado a lo largo de toda mi vida deportiva, ya que hay muchos aspectos, desde las clasificaciones, las cuestiones de entrenamientos, el decidir a qué le pones prioridad, si a tu deporte o tu profesión; entonces, son muchos factores que a lo largo de mi carrera deportiva vas valorando. Qué realmente deseas y a lo que te vas a dedicar, y yo puse las manos al fuego a ambas cosas y afortunadamente he logrado culminar de la manera más exitosa mi profesión y mi carrera deportiva.
¿Cuál es tu profesión?
Soy abogada, estudié la licenciatura en Derecho y actualmente estoy cursando una maestría en Administración Pública, además trabajo en la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte como miembro titular. Desde mi punto de vista es importante tener una carrera deportiva y profesional, porque realmente es parte de un desarrollo en su totalidad, a lo mejor no ejercer, pero si tener una carrera te da otra visión y perspectiva de las cosas.
¿Por qué elegiste la natación?
Por mi discapacidad era el mejor deporte que podía desarrollar, yo quería ser bailarina pero obviamente no era lo más viable en mi vida, a pesar de ello lo pude hacer, ya que cuando estaba en la preparatoria estuve en el equipo de danza folclórica, entonces de alguna forma poco a poco he podido lograr todo lo que he soñado, y en la natación entré por rehabilitación y con el tiempo le agarré mucho cariño a este deporte.
¿En qué momento decidiste dedicarte al alto rendimiento?
Al alto rendimiento entré a los 15 años y fue cuando se me invitó a mi primera paralimpiada nacional; el entrenador nacional de ese momento me dijo que tenía capacidades y el talento, y solo era cuestión de pulirme ciertas cosas. Mi papá siempre me apoyó en lo que yo decidiera hacer, y en ese momento decidí hacer las dos cosas. En un Mundial vieron que tenía las aptitudes para llegar a unos Juegos y fue en Pekín 2008, donde quedé en noveno lugar, y de ahí ya no paré, pero con algunos altibajos.
¿Pensaste en dejar el deporte luego de no lograr estar en el podio en 2008 y 2016?
Después de Río 2016 pensé en retirarme por esa parte de que sería muy difícil llegar a una final y alcanzar una medalla. Me separó un tiempo y hubo un Mundial en el 2017 donde decidí no asistir y solo ya hacía ejercicio por mi cuenta; el nadar por nadar no era lo mío sino tenía un objetivo, y les dije a mis papás que quería volver al alto rendimiento, y eso fue en octubre del 2019. Después vino la pandemia y eso fue complicado para el entrenamiento y había momentos que me decía ya para que entreno si no se van a realizar los Juegos, pero afortunadamente llegó Tokio y ahí terminó esta parte de lo que es historia.
¿Qué cambió en Fabiola para lograr esta medalla de bronce en Tokio 2020?
Fue la madurez con la que llegué a Tokio, es una parte muy importante, además las clasificaciones han cambiado, y eso me ayudó mucho, pero sobre todo la mentalidad que uno trae de luchar por lo que deseas, esforzarte hasta el máximo y dejar de lado a la gente que no te aporta, porque muchas veces eso también merma el desarrollo de un deportista.
Ya viene otro ciclo olímpico ¿Esta entre tus planes llegar a París 2024?
Todavía hay Fabiola para uno o dos ciclos más, y lo primero es buscar defender mi lugar que ahorita tengo, y trabajar más y entrenar más fuerte. Cada que voy a competencias me deja distintas enseñanzas y hay que ver cuáles son mis debilidades técnicas, y ver qué debemos mejorar y qué debemos mantener. En París 2024 me gustaría mejorar el color de la medalla.