El colombiano Fernando Gaviria (Quick Step) se estrenó por todo lo alto en el Tour de Francia con la primera victoria y el maillot amarillo en la jornada inaugural, disputada entre Noirmoutier-En-L'Île y Fontenay-Le-Comte, de 201 kilómetros, en la que Chris Froome perdió 51 segundos por una caída y Nairo Quintana 1:12 minutos debido a un pinchazo.
Gloria para Gaviria, de 23 años, el "Misil" de la Ceja (Antioquía), con victoria en su debut. Se mostró implacable, rematando la faena del Quick Step y demostrando que ahora puede ser el mejor esprinter del pelotón. El doble campeón mundial en pista firmó también la octava victoria de la temporada.
En una jornada tranquila al principio, los acontecimientos se precipitaron en los últimos 5 kilómetros. Mientras Gaviria superaba en el pulso de velocistas al eslovaco Peter Sagan (Bora) -campeón mundial- y al alemán Marcel Kittel (Katusha), por detrás se vivía el desastre para varios favoritos. Froome se dejó 51 segundos por una caída, lo mismo que Adam Yates (Mitchelton) y Richie Porte (BMC), y Nairo Quintana (Movistar) 1:12 minutos por un pinchazo.
Una manera inesperada y caótica de empezar el Tour para varios corredores de la alta jerarquía. Un infortunio en una etapa que se estaba desarrollando con normalidad. "Un desastre", decía Landa en meta, aunque el español llegó en el grupo delantero.
Gaviria ya disfrutaba su sueño mientras los ojos buscaban a Froome y compañía. El colombiano, 4 etapas del Giro y maillot por puntos en su debut de 2017, estaba nervioso por su debut, pero a la hora de lanzarse al esprint se le vio muy desenvuelto.
Pasó a la historia. Es la primera vez que un ciclista gana en su etapa debut desde que el suizo Fabian Cancellara lo hiciera en el prólogo de Lieja en 2004 y es el segundo colombiano en vestir el maillot amarillo, honor que sólo ha tenido un compatriota Víctor Hugo Peña en 2003.
Además es la decimoséptima victoria del país cafetero en el Tour.
El "chupinazo" al Tour 2018 se dio en una isla por octava vez en la historia, en un escenario donde se entremezcla de manera caprichosa la tierra y el mar, ambas unidas por un puente o por el Paso de Gois, una carretera que aparece y desaparece a criterio de la marea de aquella zona del Atlántico.
San Fermín presente en el Movistar navarro, con el pañuelo rojo en el cuello de cada uno de sus corredores, expectación en torno al autobús del discutido Chris, con pitos y aplausos del público, y La Marsellesa para lanzar la carrera rumbo al continente. Los campeones nacionales, el de Europa, Kristoff, y el del Mundo, Peter Sagan al frente.
Era día para protagonismo francés y de los jóvenes de la Vandée, por eso se lanzaron de inicio hacia la carretera que se ciñe a la costa tres valientes, Kevin Ledanois (Fortuneo), campeón del Mundo sub'23 e hijo del director de su escuadra, Jérôme Cousin (Direct Energie), conjunto de la región y Yoann Offredo (Wanty).
Una fuga estabilizada en torno a los 3 minutos por los equipos interesados en el esprint. El Quick Step puso a tirar al "Tractor", un chico de 1,90 metros de alzada y 78 kilos de peso. Le relevó Jay Robert Thomson, un sudafricano dos veces campeón de África contrarreloj, un soñador capaz de conectar mover al grupo a ritmo endiablado.
Con este decorado resultó imposible cambiar el guión de los velocistas.
Asumida la cruda realidad restaba el aliciente de gestionar el primer maillot de la montaña. Se decidió en la Cota de Vix (4ª), donde Ledanois sumó el punto en disputa. Suficiente para subir al podio a enfundarse la prenda de puntos rojos.
El trabajo del Quick Step de Gaviria y del Dimension Data de Cavendish se alargó hasta meta. La maquinaria del equipo belga asfixió al grupo y creó tensión. Llegó el caos, cayeron Froome y Egan Bernal. Se produjo un corte y el campeón del Tour quedó condenado a perseguir junto a Michal Kwiatkowski y Luke Rowe, pero no pudieron impedir recibir el primer mordisco del Tour.
Aún peor le fue a Nairo Quintana. Un pinchazo dejó clavado al boyacense con el pelotón lanzado. Las asistencias no fueron precisamente muy rápidas y el líder del Movistar lamentó su infortunio. "Así son las cosas, es un consuelo que Froome también haya perdido tiempo, pero hay que recuperar".
De la tranquilidad y la emoción del estreno del Tour al caos y las pérdidas de tiempo de los ilustres. El Tour es el Tour. Hasta el último metro.
Mañana se disputa la segunda etapa, entre Mouilleron-Saint-Germain y La Roche-Sur-Yon, de 182,5 kilómetros.