Hoy se conmemora el Día Nacional de la Lucha Libre, y no hay nada para celebrar. En el marco de esta festividad, Sofía Alonso, bisnieta del pionero del pancracio mexicano, Don Salvador Lutteroth González, e hija de Paco Alonso, ex presidente y fundador del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), convocó a los medios de comunicación para brindar un análisis sobre el estado actual de la Lucha Libre, el cual se encuentra sumergido en una severa crisis.
Sofía Alonso expresó su preocupación por los gladiadores, quienes no tienen un sueldo base (les pagan por función), servicios de gastos médicos o de vivienda, por lo que quedan a merced de empresario y promotores que abusan de la necesidad de los gladiadores, una situación que desea regularizar por el bienestar de las figuras del pancracio, pues si ellos este deporte que se decretó patrimonio cultural intangible de la Ciudad de México no sería nada.
“Detrás de los luchadores que nos hacen gritar, reír o llorar hay un deportista profesional que sabe dónde y cuándo subirá a un ring, pero no saben si van a bajar. Los luchadores viven con inestabilidad y la pandemia por Covid -19 acentuó la frágil situación en la que se encuentran. Con el cierre de arenas no pudieron trabajar y padecieron para subsistir, por eso debemos poner sobre la mesa las carencias de estos deportistas, ya que los riesgos aumentan por la urgencia de percibir un ingreso después de un año inactivos.
Un factor laboral importante son los contratos, si bien algunos se celebren a título personal entre el luchador y el promotor, el cual en muchas ocasiones carece de validez oficial, dejando al luchador desprotegido y el promotor no se hace responsable cuando se presenta un imprevisto como un accidente.
Otra grave carencia, es la falta de un equipo que responda asertivamente en caso de una emergencia, este debería estar conformado por un médico titulado, paramédicos, una ambulancia y una sala de emergencias a una distancia razonable.
Los luchadores no pueden tener un retiro digno, ya que no cuentan con pensión, ni afore que los proteja a ellos y a su familia después de su jubilación. Lo que se hace por tradición cuando un luchador se va a retirar, es una bolsa de donaciones de sus compañeros, después de una vida de sacrificios y esfuerzo, de ser ídolo de chicos y grandes se retiran con esta ayuda.
En el caso de las luchadoras ninguna cuenta con licencia de maternidad y por lo tanto quedan desamparadas durante su embarazo y los meses posteriores a este.
Por todas estas circunstancias que implica la profesión de luchador es urgente crear garantías para luchadoras y luchadores: "mi propuesta es impulsar una renovación integral de la lucha libre mexicana la cual ponga al luchador en el centro. Buscaremos la ayuda de las autoridades federales y locales para homogenizar los derechos del gremio. Una reforma que vea por los héroes de carne y hueso", indicó la heredera de la dinastía Lutteroth.
Apoyo incondicional
Detrás de la joven Alonso, tiene el respaldo una de las luchadoras más emblemáticas de los últimos tiempos, Lady Apache, quien confía que este proyecto llegará a buen rumbo a diferencia de los miles de proyectos, los cuales únicamente buscaban el beneficio de las cabezas.
“Necesitábamos a una personalidad con esta fuerza para lograr un impacto positivo, un impacto de auxilio. Esperemos que no quede en un proyecto más, como muchas veces ha pasado. Que sea una lucha que beneficie a todos, un compromiso de lucha, no solo arriba del ring.
Esa responsabilidad empieza desde que decidimos ser luchadores, el primer compromiso es con nosotros mismos. Venimos a pedir un derecho que por el simple hecho de ser mexicanos merecemos. La carrera de cada uno habla sola. Me tocó ver cómo las organizaciones se agarraron de la lucha libre, la intención es que sea diferente y transparente. Jalar agua para tu molino no se vale, porque los que se parten la madre arriba del ring somos nosotros”.
Historias de terror
Uno de los luchadores presentes en este evento fue Rocambole Jr, uno de los hijos de Ray Mendoza, mejor conocido como Villano V, quien relató que sufrió un aparatoso accidente durante una función de Lucha Libre por el cual estuvo a punto de perder la pierna, incluso la vida.
“Tengo 11 años como luchador profesional con altas y bajas, no solo soy luchador, también soy fanático de este deporte porque formo parte de una dinastía de luchadores, soy la tercera generación, mi abuelo el Gran Potro de Oro, Ray Mendoza mi padre y mis tíos los Villanos, y crecí con esa pasión, ellos siempre dedicaron su vida al deporte sin medir consecuencias o dosificar su tiempo con la familia. Yo solo podía ver a mi padre cuando se lesionaba.
Hoy estamos viendo todas las necesidades que tenemos, con la pandemia surgieron tantas cosas fuertes y duras para nosotros, que nos hacen pensar que el tiempo es muy corto.
"Hace cinco años estaba postrado en una cama sin saber qué sería de mí y si volvería a luchar. Sufrí una fractura de fémur en la Arena Neza, y ahora una parte de mí es de metal, tengo un clavo de titanio desde la cabeza del fémur hasta la rodilla, el hueso se partió en tres y corría mucho riesgo de que me cortaran la pierna. A mí me gustaría que el luchador fuera apoyado”.
Esta historia fue reafirmada por su hermano Villano V Jr, quien también ha sufrido lesiones, las cuales no ha podido evolucionar debido a la falta de dinero.
“Lucha Libre significa vivir con dolor en el cuerpo todo el tiempo porque las lesiones son graves, agudas que te impiden realizar tu vida cotidiana en algunas ocasiones. Mi hermano (Rocambole Jr) se fracturó el fémur y estuvieron a punto de amputarle la pierna. Saber que una cirugía de esa magnitud tiene un costo de 150 mil pesos cuando su pago fue de 600 pesos, ¿de dónde sacamos ese dinero?, si no fuera por mi padre Ray Mendoza y mi madre no lo hubieran podido operar, incluso pudo perder la vida, la fractura tocó una arteria principal y se estaba desangrando por dentro.
Yo tuve rotura del ligamento de la clavícula y tenía que ser operada, pero por falta de dinero no pude y así vivo, con la clavícula jugando en mi hombro. Esa es la realidad con la que cargamos nosotros los luchadores, si pagamos médico nuestras familias se quedan sin comer o no nos quieren recibir porque somos luchadores”, sentenció.
FCM