Dejar el vicio fue la mejor decisión: Marco 'Veneno' Rubio

El púgil lagunero conoció la fama, ganó títulos y peleó con los mejores de su época, pero los excesos lo llevaron por mal camino, el cual logró rectificar gracias a su pasión, el boxeo.

Marco Antonio “Veneno” Rubio fue uno de los máximos exponentes del boxeo en la Comarca Lagunera y México. (Especial)
Luis Salcedo Cassio
Torreón, Coahuila /

El deporte, la fuerza de voluntad y el tener metas claras en la vida, ayudaron a Marco Antonio “Veneno” Rubio a ser uno de los máximos exponentes del boxeo en la Comarca Lagunera y México.

El originario de Torreón pero radicado en Acuña, mencionó que tras ser campeón nacional, cuando esos cinturones valían, vinieron muchas “amistades” y se empezó a desviar del camino, “las fiestas no paraban y el alcohol fluía a caudales”.

Sin embargo el amor propio, por su familia y el respeto por su profesión, le dieron fuerzas para hacer un cambio radical en su vida.

Al momento Marco tiene 15 años sobrio, sin probar una gota de alcohol, luego de eso fue escalando posiciones en el ranking de los pesos medios, llegando a tener oportunidades titulares por campeonatos mundiales. 

Por mencionar algunas, contra Julio César Chávez el 4 de febrero de 2012, posteriormente el 5 de marzo de 2014 peleó el mundial interino peso Medio ante el italiano Domenico Spada, al cual venció por nocaut en Delicias, Chihuahua.

Pero después lo perdió ante Gennady Golovkin el 18 de octubre del mismo año. Su última pelea fue el Corpus Cristy el 6 de septiembre de 2015, perdió por decisión ante Anthony Dirrell. 

A Marco le quedó pendiente su pelea de despedida, entre sus planes era pelear una en Acuña y otra en Torreón, para colgar los guantes de manera oficial y darle gracias así a la afición que lo apoyó en su carrera, pero vinieron las lesiones y se quedó con las ganas.

Incursionó en la política siempre enfocado en promover el deporte en Acuña, ahora tiene su gimnasio, todo eso logró después de dejar la bebida, el némesis de muchos boxeadores a los que los deslumbró la fama y el dinero.

¿Cómo sacar a los jóvenes de las calles y las garras del vicio?

Aquí he tenido varios programas contra la adicción tanto por el gobierno municipal como estatal, les ponemos ejercicios, psicólogos y nutriólogos, platicamos con ellos, esos chavos sacan toda esa energía, la juventud es una etapa de mucha energía y no saben cómo sacarla o aplicarla, ayuda a no andar de vago, muchos mejoraron en su escuela, a la hora de graduarse de los 80 chavos unos 70 se graduaron, les ayudó bastante las platicas y el ejercicio.

¿Dónde está la clave?

La clave es metiéndolos a un mundo o circulo social que esté enfocados en el deporte o en la cultura, hay mucha cultura buena que no necesariamente debe andarse drogando, siempre supervisados y eso les ayuda bastante porque se ocupan y canalizan sus energías en cosas positivas, tienen talento y no saben que lo tienen porque andan en el desmadre.

¿Qué hace falta para lograr lo anterior?

En el programa de prevención del delito se hacían un chorro de programas y eventos, tenías a los chavos ocupados, sí se puede, pero los gobiernos muchas veces le dan más a la política, pierden el enfoque, llámese el partido que sea, ellos buscan su beneficio político y se olvidan del deporte o la cultura y es donde en lo social nos truena, lo que logran con eso es hacer más delincuentes.

¿Qué tal fue incursionar en la política?

Está padre por muchas cosas, fui regidor, me enfoqué mucho en el deporte, puse a los políticos a que abrieran los espacios deportivos pues aquí (Acuña) cerraban los dos meses de vacaciones. En el año que yo estuve hicieron cursos de verano, abrieron los espacios deportivos, está padre la política por un lado porque te dan oportunidad de ayudar a la raza.

¿Te gustó ayudar?

No todo es malo, porque cuando te gusta el deporte, cuando llegan bonos lo utilizas en comprar balones, pintando, es política, pero ese dinerito no lo tienes y lo pueden utilizar para cosas buenas, pero sí te gusta y lo quieres hacer está padre.

¿A sacar el talento en los barrios?

Tengo varios chavos que son amateurs y profesionales, mi gimnasio es recreativo, pero sí tengo peleadores, a ellos no les cobro, trato de mantenerlos ocupados, educarlos y haciéndoles ver que las cosas no se regalan, se las tiene que ganar, yo los entreno, les doy el lugar y ellos me ayudan en el gimnasio.

¿Cómo llegaste a ser boxeador?

A mi papá lo cambiaron en el 93 con la crisis económica, lo cambiaron de plaza en Hacienda, trabajaba en Gómez y lo mandaron para Juárez y después se lleva a mi hermano, yo en esas vacaciones me fui con ellos. 

Mi hermano inicia a entrenar box allá, me llevaba al gimnasio Nery Santos a los 14 años, esos dos meses ya andaba peleando amateur; me regreso a mi casa y se muere mi jefe en el 95, se regresan mis hermanos a Torreón y empecé a entrenar boxeo, siempre estudiando, por eso no me metí al cien, terminé enfermería y para el 98 fui a la Olimpiada Nacional Juvenil en Guadalajara, gané oro. En esa selección iba el “Ruso” Rivas, hermano de la “Rusita”. A la hora de estar en el nacional tuvimos que representar a Durango, Cristian Mijares a Coahuila, fue algo chistoso, los dos ganamos oro.

¿Te empezaron a gustar los catorrazos?

Me fui al Comité Olímpico, me convocaron y duré cuatro meses, hubo unos panamericanos juveniles de boxeo y ahí gané medalla de plata, le gané a un argentino, a un canadiense y perdí la final ante un cubano. Gané 18 y perdí 4 en amateur, fue poco mi paso por el amateur y dejé de pelear dos años, de los 18 a los 20 terminé mi carrera.

¿Cómo fue tu debut?

A los 20 debuté en Monterrey en el profesional, un 18 de marzo del 2000 contra Alberto Juárez él era de ahí, fue en la Arena Solidaridad y después la segunda pelea en Ciudad Acuña, la tercera fue en Durango, la cuarta la hice en Gómez y la quinta en Culiacán, siempre anduve fuera. En La Laguna fue hasta que me hice campeón nacional cuando empecé a pelear. La gente me conoció ya cuando fui campeón nacional.

¿Fuiste campeón nacional, pero ello trajo fama y cosas negativas?

Andaba en el desastre cuando yo empiezo en la tomadera fuerte, yo acepté que me estaba perjudicando, pero mucha de la culpa la tenía esa misma fama, a donde ibas, a las discotecas, bares... ¡pásele campeón, siéntese y qué va a tomar.! Lo que querías tomar y no te cobraban, entrabas gratis, tenías muchos amigos y cuando uno decía que ya no quería tomar, te hablaban los compas y te desbalagaban de nuevo. 

Me gasté mucha lana en eso, ganaba mas o menos cuando era campeón nacional, fue mucho dinero echado a la basura. Decidí irme de Torreón, tenía muchos amigo y mucha facilidad de andar en el alcohol y en el desmadre, me tuve que ir porque no podía dejar el alcohol, Torreón para mí era un paraíso de perdición, esa fue la causa por la que me fui a Austin, Texas en 2004, tenía 24 años”.

¿Golpe duro la muerte de tu madre?

Mi madre murió el 2 de agosto, yo iba a pelear el 5 de agosto, estando en McAllen me avisa mi hermano que mi madre murió, me regreso al velorio, me regreso a Estados Unidos y al día siguiente peleé y gané.

¿Cómo te afectó eso?

Estaba en shock, venían gastos. En agosto del 2004 me regreso a Torreón, agarré la borrachera por la depresión, un mes después tenía una pelea, esa fatídica pelea... faltando 10 días mi promotor se enteró de cómo estaba yo, me concentró en Acuña y fue cuando me noquearon en Las Vegas contra Kofi Jantuah, no tenía preparación ni fuerza, yo debí de negarme a esa pelea, pero no sabía decir que no.

¿Cuándo decides ponerle fin?

Después de esa pelea fue cuando yo decido dejar de tomar, en noviembre me fui a vivir a Austin, Texas, viví como cuatro años allá, me caso y me quedé en Acuña. Al momento tengo 15 años sobrio y se siente muy bien.

¿Como sacar otra camada como la que formaron Rubio y compañía en los 90’s?

Siempre es importante que los chavos estén ocupados, con una meta en su mente, campeones de cualquier deporte, el problema muchas veces está en que no le dan seguimiento, ni las autoridades ni el representante del deporte, es importante que los chavos sigan soñando con ser campeones, pero también que se sientan respaldados.

¿Cómo cambió tu vida después de dejar el vicio?

Tuve una etapa desastrosa y tuve mis descalabros fuertes, y luego dejo de tomar y empiezo a escalar nuevamente y se me vienen más oportunidades, si no hubiera tomado la decisión de dejar el vicio me hubiera quedado en el camino, para 2006 ya hubiera estado retirado, y me retiré en 2015 y eso porque tuve una lesión que me obligó a retirarme.

¿Quedó algo pendiente?

Peleo con Golovkin y me retiré, me puse gordo y me sentía mal, me fui a Texas. Ahora ando en una constructora, trabajaba en el ayuntamiento, no descansaba, no podía hacer ejercicio. Me voy a El Paso y en un mes bajé 20 kilos, me ven que ando entrenando y me ofrecieron una buena lana para pelear contra Anthony Dirrell, él acaba de pelear el mundial supermedio y tenía una sola derrota, acepté para pelear dentro de un mes, me fui con Don Nacho Beristáin, faltando 15 días para la pelea me dio lumbalgia, no me pude parar, recuerdo que eran las 12 de la noche, era un viernes, el sábado quedamos de ir al Nevado de Toluca, me fui gateando a la cama y ya no quise molestar a nadie, al día siguiente me contestaron como a las 4 de la tarde, me fui alivianando con los días y me aventé el tiro, pero perdí en decisión en Corpus Cristy, desde entonces, y siendo flaco me quedó bien tocada la espalda, ya cuando quise entrenar cualquier ejercicio me tronaba y dejé de entrenar.

¿Y la despedida?

Me quede con las ganas de mi pelea de despedida, mi foja está en 68 peleas profesionales, quería terminar en 70, hacer una en Acuña y una en Torreón, pero cuando entrenaba fuerte, me quedaba sin poder caminar, me quedé con esa espinita. No tiene caso ir a una pelea a perder, tengo que entrenar fuerte, pero ya no puedo, tengo tronada la máquina.

¿Por qué ya no salen campeones en La Laguna?

Talento sí hay, falta un promotor que le meta, le invierta y le arriesgue, nosotros tuvimos la fortuna de tener a un Héctor Sánchez y a un Lalo Gánem, perdían lana y a pesar de eso les gustaba el boxeo, no les importaba.

¿Por qué le tienen miedo al éxito los promotores?

A Héctor Sánchez le valía, perdía dinero, le gustaba tanto el box que lo hacía sin interés y de alguna u otra forma, sobrevivió haciendo boxeo cada mes, él hizo a los campeones y a los peleadores, la prensa fue muy importante porque dieron a conocer a esos peleadores, y se hicieron ídolos, todos los días se hablaba de ellos en la tele y en los periódicos, fue una época dorada, pero fue por que hubo alguien que se aventó el tiro, los promotores de ahora se quieren hacer ricos con una función, les truena y ya no vuelven. No arriesgan, hay talento, pero falta quien los promueva y los apoye. Un promotor que consiga patrocinadores, que sea movido, pero no se mueven.

¿Cómo afectó la pandemia desde tu punto de vista, al boxeo?


Ahorita todos está detenido, pero vuelvo a lo mismo, falta iniciativa, el fin de semana pasado hicimos una función a puerta cerrada, por el puro interés de darle seguimiento a los chavos, que se vea que de verdad quieras apoyar el deporte, si no hay ganancia, no lo hacen. Sí de verdad hay gente quiere ayudar al deporte tiene que hacer esto: A todos nos exigieron la prueba del covid-19, todos los protocolos y lo televisaron allá. Nosotros lo hicimos sin ganancia, fue con la finalidad de que los chavos sigan peleando, en La Laguna podría haber algo parecido, falta hablarlo bien con los entrenadores.



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