María Espinoza tendrá un cierre de año muy intenso ya que debe buscar los puntos para clasificar por la vía del ranking a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero ya desde hace unos días lo hace con el programa de preparación de la Selección Nacional y ya no más con el de Julio Álvarez.
La triple medallista olímpica estuvo bajo el mando de Álvarez desde enero de este año y con él obtuvo tres medallas (una de oro y dos de plata) en Abiertos Internacionales, y la plata en el Campeonato Mundial de Manchester 2019. La última ocasión que se le vio al entrenador coacheando a María fue en la evaluación interna de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde fue vencida por Briseida Acosta.
“El profesor Julio es una persona muy inteligente y que siempre esta motivándote, y al final aprendí mucho de él y fue algo muy bueno ese tiempo, pero por cuestiones personales ya no pudimos seguir juntos. Ahora estoy al 100 por ciento con Selección Nacional y aquí estaré hasta los Juegos Olímpicos de Tokio, y es algo bueno ya que ellos me motivan y yo a ellos, y es algo padre la verdad”, declaró Espinoza.
En el Grand Prix de Chiba, Japón, la también triple medallista mundial fue coacheada por el entrenador nacional Alfonso Victoria, y en ese certamen María se quedó con la medalla de bronce.
“Me siento contenta porque al final es lo que a mí me gusta, que es estar en los escenarios grandes, compitiendo y subirme al podio. Siempre que logro una medalla en Grand Prix es algo que me llena de motivación. Además, son puntos que suman, y al final se vienen otras competencias donde el objetivo es estar en el Grand Prix final”, mencionó la sinaloense, quien consiguió 14 puntos para el ranking olímpico con esa presea.
Los siguientes eventos que tiene contemplados María son el Abierto de Canadá, el cual se celebrará el 4 y 5 de octubre, y la Copa Presidente en las Vegas, del 10 al 13 de ese mismo mes.
En la categoría olímpica de más de 67 kilogramos, María mantiene una lucha constante con Briseida Acosta para llegar a los próximos Juegos Olímpicos, y Espinoza ve ello como una competencia sana.
“Al final es una competencia que en lo personal a mi me ha ayudado, no ha sido el único ciclo donde he tenido este tipo de rivalidad, y eso me ha ayudado para mantenerme motivada y en un buen nivel, así que ha sido benéfico en mi caso”, explicó