Mariana Arceo, campeona mundial y panamericana, tuvo una victoria más en su vida, pero fuera del deporte. Superó una enfermedad que la tuvo al borde de la muerte, por lo que agradece a la Conade y al Ejército por haber actuado rápido para sacarla de esta situación.
La pentatleta relató los momentos que pasó en España, donde contrajo Covid-19, y que nunca pensó en que ese virus le pudiera entrar a su cuerpo.
Además, admite que confundió los síntomas de esa enfermedad con un cansancio de tanto entrenamiento, pero que el 14 de marzo por la noche empezó a sentirse mal, al grado que le pidió ayuda a la directora de la Conade, Ana Guevara, para volver de inmediato a México.
Doce días después, Arceo ya fue dada de alta y está en su casa, aunque debe tener muchos cuidados y mantenerse aislada por un tiempo.
Así es como Mariana narra en La Afición de las 22:45 con Minelli Atayde y Héctor González Villalba, en MILENIO Televisión, su experiencia e invita a la población a reflexionar y cuidarse, y también para mantener el sueño olímpico para escribir otra historia.
¿Cuál es tu sentir de haber superado esta enfermedad?
Estoy muy contenta de haber ganado esta batalla, la más fuerte y dura de mi vida, una que me ha dejado muchísimas experiencias.
¿Qué hacías en España?
Me preparaba para competir en la segunda Copa del Mundo, ahí pensaba hacer campamentos previos rumbo a Tokio. El plan era no regresar hasta después de los Olímpicos, pero nunca imaginé una situación así en el mundo, jamás imaginé que me iba a pasar. Estuve 14 días en España, llegué el 1 de marzo, y el 14 ya venía de vuelta.
¿Cómo y cuándo empezaste a notar síntomas?
En España nos cancelaron los eventos que teníamos en puerta, y aunque ya me sentía mal, seguía entrenando muy fuerte, porque los atletas siempre llevamos el cuerpo al extremo. Los primeros síntomas fueron diarrea, dolor muscular, creía que era por la carga de trabajo. Mi médico me decía que era una gastroenteritis muy fuerte. Entonces, ya el último día que la Conade compró los vuelos, en la tarde hice un video sin saber que ya estaba contagiada y de lo fuerte que estaba la situación en España, que habían cerrado todo, no había dónde comer, no había nada. Esa noche fue cuando tosí con sangre y me asusté mucho, porque al día siguiente era el regreso. Amanecí vomitando un poco de sangre. Ya en el vuelo presenté fiebre y todo cambió, se tuvo que actuar rápido.
¿Cómo te apoyaron al volver?
Le pedí a Ana Guevara ‘necesito que me ayudes para descartar que no tenga esto’. Ella me ayudó a que el INER me recibiera de inmediato. Llegué del aeropuerto, dejé mis cosas en el CNAR y ya tenía la ambulancia afuera para ir al hospital; ahí tuve que esperar bastante tiempo porque había mucha gente, y cuando me hicieron la prueba, esperé unas 12 horas para saber el resultado; ya me habían sacado una tomografía donde se veía una neumonía avanzada y de inmediato me internaron, y ahí empezó mi historia en el hospital.
¿Qué pasó por tu mente cuando te dieron el diagnóstico?
Al día siguiente me dan el resultado, mismo que no quería escuchar y que puso a prueba lo fuerte que yo era en la vida, por un momento fui la persona más débil, no sabía cómo actuar y me sentí muy asustada por tener algo que en el mundo se desconoce la cura y saber que mi cuerpo estaba en pésimas condiciones, al grado de ser entubada. Estaba muy asustada y en algún momento pensé que todo iba a terminar para mí. Pero ya cuando estaba más estable, se decidió el cambio de hospital. Para mí fue una situación fuerte y muy dura. La Conade y el Ejército tomaron la decisión de que yo tomara el seguro que ya teníamos por parte del deporte y que estuviera en un lugar en el que me sintiera mejor, y entonces me trasladaron a Médica Sur, donde al final me recuperé y me dieron de alta.
¿Qué sigue ahora para ti tras ser dada de alta?
No es tan fácil como se ve, estoy muy feliz y contenta de estar en casa, pero tendré que utilizar oxígeno durante 30 días en las noches, y posteriormente comenzaré poco a poco mi actividad física. Esto de la demora de los Juegos Olímpicos sé que es muy fuerte para los deportistas y para mí también lo es, pero en mi caso me beneficiará muchísimo, porque ya pasé de este lado.
¿Qué puedes rescatar de esta experiencia?
A mí, una deportista histórica que ha ganado medalla mundial y panamericana, me pasó, y en un lugar donde se supone no había riesgo. Todos estamos expuestos y debemos cuidarnos; en México se están dando más casos en jóvenes que en personas mayores, y eso es una alerta de que no se están cuidando. Debemos echarle más ganas.