Toda rivalidad debe de llegar a su fin, y que mejor forma que haciéndolo a través de una lucha de apuestas. Ya sea portando una máscara o una larga cabellera, esta estipulación causa enorme furor para los aficionados del deporte puesto que genera mucha intriga cuál de las dos figuras sobre el ring sucumbirá y perderá el honor.
Una tradición única en México, sin embargo estas contiendas son como las dos caras de una moneda: tienes suerte, te levantas y tu carrera no se ve dañada (es más, hasta puede mejorar), o caes a un abismo sin fin para finalmente quedar en el olvido; siempre existe una posibilidad. Aunque existan múltiples luchas de este estilo, es necesario puntualizar en las que hicieron historia.
Blue Demon vs Rayo de Jalisco
Blue Demon se encontraba retirado de los cuadriláteros, realmente no había necesidad de disputar por sus máscaras pero, tras un careo sobre quién era el mejor, el Rayo de Jalisco lanzó el reto. El 30 de julio de 1989 en Monterrey se pactó el gran día, miles de aficionados se presentaron para apreciar esta majestuosa contienda.
El Manotas y el Rayo salieron al coliseo con gran recibimiento, acompañados cada uno por familiares y amigos. La primera caída se la llevó el jalisciense de forma remota; en la segunda Demon controló a su oponente con una palanca al brazo.
Finalmente, el último asalto fue el mejor: llaveo y contrallaveó ejecutados a la perfección pero en un error, la máscara azul aplicó una llave de rendición y se llevó una de las incógnitas más grandes del país. Max Linares Moreno aceptó su derrota y abandonó su presea.
Konan vs Perro Aguayo
Una rivalidad sólida, los dos luchadores (junto con Máscara Año 2000) hacían relucir la Arena México con el espectáculo. En marzo de 1991, tras un triangular por ver quién pondría en juego su mayor tesoro, el Perro y Konan serían los elegidos para ver quién iba a caer al vacío.
La experiencia contra la juventud, Konan estaba dominando pero la astucia de Aguayo pondrían uno a uno los marcadores. Después de un intercambio de golpes y técnicas, un descuido del cubano ocasionó una terrible herida al referee, quién estaría fuera de turno. Después de volver al ruedo, el enmascarado preparó la cuenta de tres para llevarse la victoria, pero no contó con lo acontecido minutos antes; el árbitro lo descalificó y levantó la mano del Can de Tenochtitlán en un cierre bastante poético.
Santo vs Black Shadow
En 1952 dos de los atletas sensación del momento se involucraron en una imperdible contienda. Miles de personas protestaron por un boleto en un coliseo que se encontraba al doble de su capacidad. El Santo en la esquina ruda y Shadow a favor de los buenos, la lucha fue un mar de llaves.
Para la primera caída, el Enmascarado de Plata llevó la pelea al nivel más sucio para adquirir el primer asalto. Tratando de acabarlo, el Santo perdió la certeza y sucumbió ante el Hombre de Goma. Tras una lucha recia luego de fallar un tope, Black Shadow terminó perdiendo su máscara en más de una hora de acción, aquella noche Alejandro Cruz fue vitoreado por los presentes.
Los Brazos vs Los Villanos
Vendida en todos lados como la pelea del siglo, sería la conclusión de una tremenda rivalidad entre familias. La brutalidad se hizo presente cuando los seis luchadores pusieron en juego sus máscaras un 21 de octubre de 1988.
La primera caída fue para los panteras rosas, la segunda para los Brazos. En la tercera ya parecía una carnicería, Brazo de Plata ocasionó un río de sangre sobre Villano V, testimonios la decretan como una de las mejores luchas de todos los tiempos.
Poco a poco fueron cayendo un integrante de cada familia, para concluir con todo los Villanos I y IV estaban en ventaja ante un solitario Brazo de Oro, quién con destreza eliminó al cuarto de los integrantes. Castigos sin piedad y sangre por todos lados, el pantera rosa sacó una ranita para desenmascarar a Jesús, Juan y José Alvarado Nieves.
Atlantis vs Villano III
El siglo XXI iniciaba de forma brutal cuando se confirmó la lucha final entre estos dos gladiadores. Una rivalidad frenética de una sola caída, dando mucho más emoción a la Arena México que se encontraba hasta el tope. La inteligencia de Atlantis contra la técnica de Villano brindaron una contienda de más de 30 minutos.
La acción se fue más allá del ring; lances, cerrajeras y charcos de sangre adornaban el coliseo. Tras intentar sellar el fin, el Rey de los siete mares libró los intentos de rendición de la Pantera Rosa, para luego ejecutar la mejor Atlántida en su carrera: para realizar más presión tuvo que ponerse de rodillas para sentenciar al Villano. En una lucha cinco estrellas, Arturo Mendoza sería despojado de su incógnita.