El peluche de la mascota de los Juegos Olímpicos es uno de los regalos más buscados y Pandi, el simpático yaguareté símbolo de los Buenos Aires 2018, no sería la excepción.
Sin embargo, un error en la manera de importar el muñeco de los Juegos Olímpicos de la Juventud al país motivó que no se pueda comercializar al público, aunque los organizadores aseguran que sólo estaba pensado para regalo para los atletas y la Familia Olímpica.
Durante los primeros días de competencia, en todas las tiendas oficiales de los Juegos se podía encontrar en el listado de precios, a mil 500 pesos argentinos (unos 40 dólares), el costo del Pandi de peluche.
Con el correr de los días, en la cartelería primero apareció tachado y hoy directamente surgió una nueva gráfica en la que no figura, aunque igualmente se puede leer "Mascota/Mascot" y el precio de mil 500 pesos debajo el cartel original.
El inconveniente con la comercialización del peluche surgió cuando el importador intentó hacer ingresar al país la mercadería como otro producto, sin cumplir con las exigencias que debe pasar un juguete para ser vendido al público.
"La forma en que se pretendió importar por el importador original no cumplía con las exigencias de seguridad de juguete ni de los etiquetados establecidos", le informó a DPA una fuente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la agencia fiscal argentina.
"No hizo algo 'ilegal'. Los trajo por el régimen incorrecto y la única solución rápida fue canalizarlo por un régimen que prohibía la venta por falta de estampillado", añadió la fuente.
Desde la Aduana, a DPA le confirmaron que el contenedor contaba "con 370 kilogramos de mercadería, en peluches".
Por ese motivo, la manera de destrabar la situación y que se pudiera llegar a tiempo para que los peluches fueran entregados a los atletas en las ceremonias de premiación fue que no se pudiera vender y que simplemente se regalara.
Desde la organización de los Juegos le aseguraron a DPA que se trató de "una desinteligencia", ya que en todo momento se había pensado que los muñecos serían para obsequio de los atletas y que no se iban a vender.
"Nuestro objetivo fue regalar las mascotas a los atletas que ganaron medallas y a la Familia Olímpica. Tenemos todas las mascotas que aún no fueron entregadas en nuestro centro de logística", explicaron desde la organización a DPA.
En todos los Juegos Olímpicos y Juegos Panamericanos, así como en los Mundiales de futbol y otros acontecimientos deportivos, es una tradición que los peluches se vendan y son de los objetos más preciados por visitantes y turistas.
"La única figura fue importarlos a nombre de Ciudad y sin comercialización. Porque tampoco cumplía con nada de la reglamentación. Por eso la Secretaría (de Comercio) autorizó la importación sin fin comercial y al sólo efecto de entrega en las premiaciones y miembros del COI", confirmaron desde la AFIP.
La misma versión dieron desde la Aduana. "Esos peluches solamente se pueden entregar como regalo o presente a los deportistas porque no pueden tener una finalidad comercial", explicó un portavoz de la Aduana a dpa. "Se los importó en nombre del Gobierno de la Ciudad, con previa autorización de la Secretaría de Comercio sólo para ese fin".
Más allá de los motivos, lo cierto es que Pandi es un verdadero furor en los Parques Olímpicos, pero sólo los atletas premiados y los miembros de la Familia Olímpica pueden llevarse uno de peluche a su casa.