Los deportistas que ganan un título en algún evento nacional o internacional normalmente ponen su trofeo de campeón en alguna vitrina para presumir ese logro, sin embargo, hay un torneo de golf que no da esa insignia y es el Masters de Augusta, un certamen que otorga un saco verde al triunfador.
Así lo vimos este fin de semana cuando el estadunidense Scottie Scheffler se coronó en la edición de este año en el Masters de Augusta, siendo su primer Major de su trayectoria profesional.
¿Por qué esta traidición? El Masters de Augusta se juega desde 1934, pero no fue hasta 1949 que se decidió por sugerencia de Booby Jones, fundador del primer Grand Slam del calendario regalarle al vencedor una chaqueta. La sugerencia de Jones se debió para para emular una antigua tradición del club inglés Royal Liverpool, donde los capitanes británicos utilizan unas chaquetas rojas. El primer jugador en recibir la preciada Chaqueta Verde fue Sam Snead, que se impuso en el Masters en ese año.
Sin embargo, la prenda no se la puede quedar el ganador y solamente la conserva por un año. Así que el campeón defensor recibe durante la competencia. Las únicas excepciones, Garu Player, quien ganó en 1962 y nunca devolvió la prenda, además de Seve Ballesteros, quien tampoco lo hizo tras sus victorias en 1980 y 1983.
El último que se quedó con el jersey verde fue el estadunidense Scottie Scheffler. Atraviesa un excelente momento de forma puesto que, antes de su victoria en Augusta, ya había ganado tres torneos este año: el Abierto de Phoenix (primer título de su carrera), el Arnold Palmer Invitational y el WGC-Dell Technologies Match Play de golf.
ZZM