El voleibol de sala femenil solamente ha tenido una participación en Juegos Olímpicos y fue en México 1968, debido a que el país sede tiene derecho de competir en todos los deportes, por lo tanto, la disciplina nunca ha clasificado a una justa veraniega, y ahora la Federación Mexicana de Voleibol apuesta en el brasileño José Rafael Petry para conseguir por primera vez ese boleto.
Petry tiene el proyecto que está programado para ocho años, y en principio ya comenzó su labor de detección de talentos y comunicación con las jugadoras, y el próximo año planea realizar una concentración no solo con las jugadoras sobresalientes que tiene hasta ahora México, sino con la nueva generación.
El brasileño reconoce que la pelea por ese boleto olímpico es complicado, ya que México se encuentra en un área muy difícil, donde República Dominicana y Cuba son potencia mundial, por lo tanto, sería sorpresivo clasificar a París 2024 en esta primera mitad de su proyecto.
¿Cuál es su sentir de dirigir a un equipo mexicano?
Es una alegría muy grande. Estoy muy contento con este proyecto, con lo que se viene por delante con la Selección Mexicana, será un proceso a largo plazo, en dos ciclos olímpicos y eso es muy importante para un buen desarrollo, seguir paso a paso, competencia tras competencia, para alcanzar el objetivo de los Juegos Olímpicos. Para mí es un honor muy grande estar al frente de la Selección Nacional, sin embargo, estaré en contacto con todos los entrenadores de México para sacar adelante este proyecto.
¿Cómo ve la posibilidad de que México pueda clasificar a unos Olímpicos?
La verdad eso es un plus en la carrera de las deportistas, que ahora se lanzan con jugadoras profesionales y tienen la oportunidad de jugar en ligas y torneos importantes en Europa y eso sumará mucho al proyecto. Estamos pensando hacia el futuro, tener un proceso a largo plazo, y no solo prepararnos para buscar el boleto en el mismo año del proceso. Hay que aprovechar la experiencia de las chicas que están trabajando en el extranjero y de las que están subiendo a la categoría sub 20 para que puedan reforzar a la selección, y así tener a la mejor nómina disponible.
¿Será viable llegar a París 2024 o hasta Los Ángeles 2028?
Este proyecto tiene dos etapas, un primer ciclo hasta el 2024 y el otro hasta el 2028. No puedo saltar un escalón muy grande pensando en Los Ángeles, por lo tanto, tengo cuatro años de trabajo y ahorita ya hemos ganado experiencia, principalmente con las jugadoras que están dedicadas únicamente al voleibol, mientras que para el 2028 las jugadoras que son ahora de la sub 20 y que están en Estados Unidos, seguramente ya habrán terminado su carrera. El proyecto es a largo plazo, ocho años, y tenemos a la mitad de camino París 2024, que es bastante factible, aunque sería un continente bastante competitivo y estamos para competir y dar la sorpresa, por lo que desde ahora trabajaremos muy fuerte.
¿Qué tanto conoce del voleibol mexicano?
He visto en varias oportunidades a la selección, ya he visto jugadoras en todas las categorías, por ahí tengo una nómina de 50, y a partir de ese primer filtro vamos a buscar más. El trabajo que haremos con la selección sub 18 y sub 20 será muy importante porque ese proceso de formación y de continuidad es lo que nos dará más frutos para los ciclos olímpicos de 2028 y al 2032. El proyecto que estamos haciendo es para tener una pirámide bien establecida y trabajar hacia arriba.
Entonces, ¿habrá seguimiento a las voleibolistas?
El hecho principal es abarcar la mayor cantidad de jugadoras potenciales en una nómina, es decir, llamar a las 30 o 40 que sean posibles para una concentración y armar una selección, y las integrantes pelearán por estar entre las 14 titulares. Cuando la jugadora se regrese a su equipo o Asociación, ellas tendrán el libreto de lo que necesitan mejorar. Todos los entrenadores trabajaremos en la misma línea y eso será clave en nuestro trabajo. Otra cuestión es que hay jugadoras que no llegan a una final y se pierden, y eso ya no va a pasar más porque estaré pendiente desde los primeros pasos y 100 por ciento enfocado en detectar jugadoras con gran potencia desde colegios, clubes, equipos de menos visibilidad a nivel nacional. Una inquietud de las jugadoras es que no se reúnen el tiempo suficiente rumbo a un evento.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Es una situación recurrente y no solo pasa en México. A veces, las jugadoras tienen compromisos académicos importantes y hay que entender esa parte. Estaremos trabajando fuerte para que las jugadoras estén concentradas en los mejores periodos y aprovechen bien ese tiempo. Lo mejor es trabajar por etapas que en un tiempo largo.
¿Qué es lo primero que hará en este nuevo reto?
Ya estoy en comunicación con las jugadoras que están en Europa, con las que siguen en México, y nada va a sustituir el hecho de estar en la cancha, en plena forma y trabajando como nos gusta. Hasta que no pase la pandemia todo se hará virtual, no hay de otra. Nuestro mayor deseo es regresar a la normalidad, tener las manos sucias con el balón después del entrenamiento, afortunadamente las chicas ya están en Europa compitiendo, por lo tanto, esperemos que en enero o febrero ya podamos regresar.