La nadadora artística, Nuria Diosdado, sostuvo una charla en vivo, y muy amena, en el Instagram de MILENIO, donde la jalisciense habló que no ha desaprovechado el tiempo en esta cuarentena, ya que ha retomado la vida familiar, volvió a tocar el piano, y ha comenzado una maestría.
“Aquí es donde tengo el piano, en mi casa, y de repente me pongo a tocar, pero no ha sido como si hubiera esperado, ya que entré a una nueva maestría, y estos dos meses pude tener la claridad y dije ahora es cuand, y así todo un mes se ha absorbido mi tiempo por la maestría, tareas, entonces retomé el estudio y la dinámica de estar con mis papás. La dinámica familiar que no teníamos desde hace 15 años, entonces vuelvo a ser parte de la casa. Mi mamá me enseñó a tejer y estoy tejiendo una cobija, es decir, mi mamá me enseña cosas de familia y que nunca pude hacer, además ya me puse a armar un rompecabezas”, declaró Diosdado.
Sin embargo, no descuida el aspecto físico y se mantiene en contacto con las demás integrantes de la selección nacional.
“Es imposible reunirnos en nuestro deporte y yo he podido nadar todos los días porque mi vecina tiene alberca, y es más la parte física la que estamos tratando de que no se pierda, obviamente nunca vamos a poder estar como antes, y la rutina que llevamos en casa es con aparatos funcionales, como ligas, además dos o tres veces a la semana nos conectamos las del equipo para hacer yoga y luego recordamos los movimientos de cada rutina”, señaló.
A pesar de que se ha perdido el ritmo de entrenamiento que tenían rumbo a los Olímpicos, Nuria siente que podrán retomar ese aspecto cuando se reanuden las actividades deportivas, con la finalidad de mejorar la actuación de hace cuatro años, en Río de Janeiro 2016, para así continuar abriendo el camino para las futuras generaciones, y en un tiempo no muy lejano otras nadadores puedan subir al podio.
“No lo veo imposible, yo sueño con que eso suceda, sin embargo, lo veo lejano hoy en día, es un deporte en el que se va avanzando poco a poco, y he visto el avance que hemos tenido, pero no dejo de soñar que México pueda conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos o en un Mundial, e incluso nosotras conseguimos una medalla en una Copa del Mundo en Canadá, y es un trabajo de muchos años. Entonces siento que le estoy abriendo camino a todas las generaciones que vienen atrás y espero que un día no muy lejano una nadadora pueda meterse a ese medallero mundial y olímpico”, dijo.
Nuria ya esta clasificada para la justa olímpica en la modalidad de dueto junto con Joana Jiménez, y en marzo del siguiente año, buscará con el equipo la clasificación en el preolímpico de Tokio.
“Estados Unidos, Francia, Grecia y México, son los países que pelearán esa plaza, y lo obtendrá quien mejor trabajo en el agua, pero lamentablemente no tenemos ese peso político en la FINA, por lo tanto, no hay que perder el objetivo, y sería gratificante para mi llegar a Tokio no solo con el pase de dueto, y desde Atlanta 1996, nuestro país no clasifica en esa modalidad”, mencionó.
Nuria tiene 24 años de carrera deportiva, y se acordó de una anécdota que pasó cuando tuvo su primera participación con la selección nacional, e incluso esa experiencia le sirvió como aprendizaje.
“A la hora de hacer las rutinas tenemos una pinza en la nariz, y si esa se te cae, se te mete el agua y tenemos una de repuesto que tenemos en los dedos o en el trae de baño. Era mi primera competencia con el equipo mayor, estábamos en Alemania, y en la rutina una niña me dio una patada en la nariz, y me tumbó la naricera, y tu tienes que seguir, no puedes parar, no le puedes decir al juez espérame tantito, entonces continúe, me estaba ahogando, me tapé la nariz, y hasta el momento que saque la de repuesto y me la puse. En ese momento aprendí, y ahora no solo me pongo una naricera, sino dos, así que son cosas que te van dando la experiencia”, indicó.