La PGA, que controla el principal circuito de golf estadounidense, suspendió a los golfistas que disputan esta semana la 'Superliga' saudí, entre los que se encuentran Sergio García, Dustin Johnson y Phil Mickelson.
La organización publicó este jueves un comunicado apenas unos minutos después de que comenzase la ronda inaugural del nuevo circuito, el LIV Invitational, financiado por Arabia Saudí en Londres.
En él la PGATour confirmó que los participantes en el LIV no podrán participar en los eventos organizados por la PGA por ir está en contra de sus regulaciones y apostilló que todos los que participen en el LIV en el futuro seguirán el mismo camino.
"Estos jugadores han tomado sus propias decisiones basándose en cuestiones puramente económicas, pero no pueden pedir ahora los mismos privilegios que el resto de las participantes del circuito", dijo Jay Monahan, comisionado de la PGA.
El LIV reparte, en cada una de sus siete primeras paradas, 24.4 millones de dólares en premios – repartidos entre 48 jugadores - lo que es más que el evento que mayor bolsa de premios tiene en el circuito PGA, The Players, que reparte 20.7 millones. Además, la octava y última parada del LIV, celebrada en Miami, entregará 52 millones.
Además, el LIV promete menos desgaste, en forma de menos torneos a lo largo del año, así como un futuro garantizado a los golfistas, mientras que en el PGA se rigen por el ránking.
Según los cálculos, el ganador de la nueva liga se lleva a casa cuatro millones y el último clasificado, 120 mil dólares, cifras que el PGA Tour no puede repartir. Contrastando con los 2.07 millones de dólares que ganará el que se imponga en el British Open que arranca en julio en Saint Andrews.
Los golfistas que han renunciado a su licencia, como García y Johnson, serán retirados de los ránquines el próximo domingo, cuando termine el Abierto de Canadá que se disputa esta semana.
Sin embargo, el circuito americano amenazó con expulsar a los que cambiaron de tour de los mejores y han comenzado a presionar a los organizadores para que prohíban su participación. Pero en el caso del US Open, este confirmó que no tomará ninguna medida y dejará jugar a quienes han conseguido la clasificación.
Ya sea por razones económicas, como en el caso de Dustin Johnson (a quien Greg Norman – consejero de la liga saudí – le ofreció 125 millones), o por diferencias con la PGA Tour en el específico de Sergio García y Phil Mickelson, estas tres figuras representan un golpe duro para la gira estadounidense y deja un futuro incierto para la Presidents Cup y la Ryders Cup.