El encierro de Barralva resultó un difícil sinodal en la sexta corrida de la Feria de Aniversario de la fundación de Guadalajara. La plaza Nuevo Progreso registró una entrada de alrededor de dos mil quinientos aficionados, en una calurosa tarde en la que Pepe Murillo y Diego Sánchez cortaron oreja por acertar con el acero.
Cardicito, el primero de la tarde fue aplaudido a su salida por su importante trapío, con él, Pepe Murillo realizó un ajustado quite por gaoneras que entusiasmó al respetable, con la muleta su faena fue de más a menos, inició con derechazos largos y emotivos, se pasó la muleta a la izquierda y la faena fue a menos sin volver alcanzar la intensidad de un inicio. Mató de una entera caída y fue sacado al tercio a saludar montera en mano. Aplausos al toro en el arrastre.
Con Gorrión, cuarto de la tarde que fue premiado con arrastre lento, volvió Murillo a ajustarse en las gaoneras y con la pañosa inició con estatuarios cambiados por la espalda, sin moverse un ápice, series aisladas fue entretejiendo el torero tapatío y en la parte final de la faena se dio la conjunción esperada en tres templados naturales que remató con el pase de pecho, pasaportó a su enemigo de una entera de efectos rápidos y fue premiado con una oreja.
Los dos toros que le correspondieron a Diego Sánchez, resultaron complicados, su primero, terminó embistiendo con la cabeza arriba y el quinto regateó las embestidas y se amarró a la arena. A su primero, Papuy, le realizó un trasteo entre altibajos, sim embargo, lo mató de un estoconazo en todo lo alto fue premiado con una oreja.
Con el quinto, no había mucho por hacer y lo despachó al tercer intento con la espada de descabellar.
El primero de José María Hermosillo, dio la impresión de que fue picado de más y llegó al tercio final, rodando por la arena de continuo y aplomado. Abrevió y su labor fue silenciada.
Con el cierra plaza, nunca se acopló y falló con la toledana hasta escuchar un aviso.
JMH