En un deporte dominado por hombres casi en su totalidad -karate-, Yadira Suárez, de 48 años, ha desafiado los roles de género al demostrar que las mujeres pueden llegar tan lejos como se lo propongan.
Recientemente la madre de familia y empresaria, honró a México al convertirse en la primera mujer en obtener el cinturón negro, en el merecido grado de sexto dan.
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La chihuahuense presentó su examen el 19 de octubre en Takasaki, Japón, donde se realizó el campeonato internacional de la 'Japan Karate Association'.
“Cuando uno inicia en el karate la meta es llegar a cinta negra y vas avanzando en grados, es muy difícil porque requiere de mucha experiencia y constancia.
“De 36 participantes éramos solo tres mujeres y fui la única que pasó a la ronda final”, señaló.
Trayectoria de Yadira Suárez
Su gusto por el karate comenzó desde los cinco años, gracias a su padre, Héctor Suárez Ontiveros, reconocido por su larga trayectoria en Chihuahua, y en cuyo dojo tuvo alumnos como el actor Omar Chaparro, quien también alcanzó la cinta negra.
Participó en diversos torneos internacionales y juegos panamericanos, y a los 15 años concursó en su primer mundial de karate, el cual la hizo acreedora a una medalla de bronce.
“El karate para mi lo es todo. Toda mi vida ha girado en torno a él y es gracias a mi papá. El deporte me ha ayudado en todo, en los estudios, en mis metas y en mi negocio”, confiesa.
Yadira tiene una guardería infantil en la ciudad de Chihuahua, donde ha fusionado el cuidado de los menores con clases a niñas y niños desde los tres años, siempre y cuando tengan un sentido de madurez.
La sensei asegura que enseñar karate a los menores es una herramienta elemental de vida, al forjar valores como el respeto y la disciplina además del autocontrol.
“Es un plus para los papás que tengan ese aprendizaje, al ayudarlos en lo físico y mental. En karate nunca hay un primer ataque, no se trata de agresión, somos las personas más tranquilas y tenemos mucho autocontrol, siempre evitaremos cualquier pelea o riña, pero sabemos defendernos”, explica.
Aunque reconoce que falta apoyo a los deportistas por parte de las instancias gubernamentales, eso no la ha frenado para cumplir sus sueños y ahora esperará siete años para obtener su séptimo dan.
“La gente piensa que el karate solo es pelea o patadas entre hombres, pero también somos mujeres con habilidades de aprendizaje y muy buena técnica, nadie nos puede limitar, porque a pesar de los obstáculos los enfrentamos y los superamos.
“La sociedad nos ha dicho que tenemos que demostrar para que nos tomen en cuenta, pero siempre podemos y seguimos en la lucha con metas y no nos conformamos. Creemos en la superación. Con tres hijos, esposo y un negocio jamás he dejado de entrenar y he sido constante. Nunca dejaré el karate, mientras Dios me lo permita, seguiré preparándome”, agregó.
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HCM