En los ciclos de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 se escucharon mucho los nombres de Iván García y Germán Sánchez en la plataforma de 10 metros, y no era para menos luego de las medallas mundiales y olímpicas logradas por los saltarines, pero desde el 2016 comenzó a surgir una nueva promesa llamada Randal Willars, quien en ese año logró la medalla de plata en el Mundial Juvenil realizado en Rusia.
Antes de conseguir esa presea en el Mundial, el jalisciense ya se había consolidado a nivel continental luego de tener en su palmarés nueve medallas: ocho de oro y una de bronce. Tras lograr la medalla mundial, Randal comenzó a soñar a sus 14 años con representar a México ya en la selección mayor, y fue un sueño que cumplió de forma inmediata tras competir en el Mundial de mayores en Budapest 2017.
Las lesiones de los ya consolidados Iván y Germán, permitieron que a Willars se le diera la oportunidad de foguearse en la justa mundial del año pasado y el saltarín tuvo una actuación destacable.
En ese evento, el bajacaliforniano se quedó con el noveno lugar en la plataforma de 10 metros individual varonil. Randal Willars, fue el único exponente mexicano en la final de la llamada prueba reina de los clavados, donde después de seis ejecuciones sumó 452.35 puntos.
Al avanzar a la final, el clavadista juvenil se ganó el derecho de competir en las dos primera fechas de la temporada 2018 en la Serie Mundial, China y Japón, sin embargo una lesión en la muñeca le impidió ir a foguearse con los mejores ocho del mundo, además quedó fuera de la Olimpiada Nacional de este año y de los Grand Prix.
A pesar de quedar fuera de toda competencia, Randal no se desesperó y siguió a pie su recuperación para estar listo para los Olímpicos de la Juventud, y ya en agosto anunció que estaba recuperado al 100 por ciento y comenzó su preparación para la justa olímpica.
Así, finalmente llegó el día de debutar para el clavadista y en su primera competencia, el 14 de octubre, no le fue bien ya que se quedó con el quinto sitio en el trampolín de tres metros. Pero llegó el momento de competir en su prueba que mejor domina, la plataforma, donde se quedó con la medalla de oro y así demostrar que será un clavadista a seguir en este ciclo olímpico.
“Ahorita a disfrutar este logro y después a entrenar cada día más para llegar con buen nivel a las competencias del siguiente año, y obviamente la meta es Tokio 2020”, declaró el clavadista de 16 años de edad.
Ahora Willars solamente le queda cerrar participación en los Olímpicos de la Juventud, y será en el relevo mixto internacional, donde hará dupla con la noruega Helle Tuxen.