Las selecciones de Alemania, Dinamarca, Francia y Noruega se convirtieron en las primeras clasificadas para la segunda fase del Mundial de Alemania y Dinamarca, en una jornada en la que Brasil dio un paso de gigante hacia el siguiente turno tras sorprender por 23-25 a Rusia.
"A Rusia suele tener muchos problemas con la defensa de Brasil", señaló antes del inicio de la jornada el seleccionador español, Jordi Ribera, que durante muchos años dirigió al conjunto sudamericano.
Un vaticinio que los ex pupilos de Ribera se encargaron de hacer realidad horas más tarde, al imponerse por 23-25 a una selección rusa que en poco se pareció a la que tan sólo veinticuatro horas antes logró un empate ante Alemania.
La agresividad y movilidad de los defensores brasileños, perfectamente respaldados por el portero 'Bombom' Almeida, se le atragantó por completo a un equipo ruso, que ya caía por cinco goles (10-15) al descanso.
Brasil, octavo finalista hace dos años en el Mundial de Francia, conservó la renta en la segunda mitad gracias a los goles del extremo Felipe Borges, autor de siete dianas, y del lateral Haniel Langaro, que cerró el choque con seis tantos.
Goles que celebraron como propios los aficionados alemanes, conscientes de que el triunfo brasileño dejaba sin importancia el tropiezo sufrido el día anterior por los germanos ante la selección rusa.
Una noticia que acabó por inflamar los ánimos del conjunto local, que saltó a la pista dispuesto a reivindicar su condición de aspirante ante la todopoderosa Francia, ganadora de cuatro de los últimos cinco mundiales.
Lo demostraron los de Christian Prokop, que, liderados por un gran Fabian Wiede, elegido mejor jugador del encuentro, alcanzaron los últimos dos minutos de juego con una ventaja de dos tantos (25-23) en el marcador.
Cuando todo parecía destinado a un triunfo alemán, el equipo germano falló, permitiendo con un mal disparo de Fabian Bohm y una posterior pérdida de balón del mismo jugador conceder a Francia la posibilidad de una última jugada para igualar el marcador.
Un 'regalo' que los galos no desaprovecharon, gracias a un lanzamiento en el último segundo del Timothey N'Guessan, que, pese a haber fallado en los dos únicos disparos que había lanzado anteriormente, no rehusó la responsabilidad y estableció el definitivo 25-25.
El empate certificó la clasificación matemática de alemanes y franceses para una segunda ronda, que germanos y galos alcanzarían con tres puntos en su casillero si Brasil no falla el jueves ante Corea y se convierte en el tercer clasificado del grupo B.
Mucho más plácida fue la jornada para Dinamarca y Noruega, que ratificaron la enorme distancia que les separa del resto de integrantes del grupo C, tras encadenar su cuarta victoria consecutiva.
Si los daneses no tuvieron problemas para vencer por 28-17 a Austria, en una nueva exhibición del portero Niklas Landin, los noruegos, vigentes subcampeones mundiales, pasaron menos apuros para golear por 41-20 al conjunto chileno que dirige el español Mateo Garralda.
Triunfos que certificaron, como ya estaba cantado antes de iniciarse el campeonato, la presencia de los dos conjuntos nórdicos en la siguiente ronda del torneo.
Más dudas hay sobre el tercer equipo clasificado del grupo C, que saldrá del choque que enfrentará el próximo jueves a Túnez, la campeona de África, que este martes se impuso por 24-20 a Arabia Saudita, y Austria.