Reyna Isis literalmente luchó por sus sueños, y es que la bella gladiadora del Consejo Mundial de Lucha Libre, quien es hija única, tuvo que sortear un sinnúmero de obstáculos, incluyendo a su madre, quien añoraba que su hija se convirtiera en una profesionista como ella.
La Flor del Desierto reconoció que fue muy complicado ingresar al mundo del pancracio, ya que ella no proviene de familia luchística y el mundo de la lucha libre es muy cerrado.
“Fue muy difícil ingresar, no había muchas luchadoras y era un núcleo muy cerrado y muy pequeño. Antes eran más selectos para dar oportunidades. La parte más complicada ha sido la aceptación por parte de mi mamá. Yo soy hija única, ella es profesionista y es muy cerrada, muy cuadrada, si ella dice azul, es azul. Batallé mucho en tratar de que ella entendiera lo que yo quería; llegar a mi casa y verla y que me dijera algo cuando llegaba lastimada era muy difícil”.
Asimismo, Reina Isis reveló en exclusiva para Milenio-La Afición en su programa Sin Máscaras que su sueño era viajar a Japón, por lo que vio en la lucha libre una oportunidad para hacer realidad su sueño, aunque en su camino encontró muchos obstáculos como las lesiones y gente que le indicaba que no lo lograría, pero gracias al trabajo, esfuerzo y tenacidad se convirtió en una estrella de la lucha libre femenil.
“Era muy delgadita, era un palito y hubo muchos comentarios de gente de que no me veían futuro, me decían ‘mejor vete a modelar, porque esto no es para ti, no vas a aguantar’; en mi primera semana me esguince el tobillo derecho, regresé y fue el izquierdo, regresé y me luxé el brazo, cada que me lastimaba, yo regresaba. Sí hubo muchos momentos así, pero hubo un punto en el que yo tenía que decidir qué hacer en mi vida, qué tan en serio iba a tomar esto, no me podía permitir, ni que los demás, ni permitirme a mí misma que no pude, que lo intenté, que fracasé, además no hubiera sido tan satisfactorio viajar a Japón si yo me hubiera pagado el viaje”.
Sus vecinos la motivaron
La Flor del Desierto recordó que la lucha libre comenzó a guiñarle el ojo desde los 13 años, ya que al no tener televisión de paga veía el deporte de los costalazos.
“Yo no vengo de familia luchística, ni nada por el estilo, pero en unas vacaciones de verano, cuando tenía 13 años, no había absolutamente nada en la televisión y no teníamos televisión de paga, mi única opción era ver películas viejísimas o tres horas de lucha libre, me preguntaba por qué le daban tanto tiempo y me vi obligada a verla, y después le fui agarrando sentido al deporte y me gustó, pero definitivamente quedé encantada cuando me di cuenta que también había mujeres luchadoras, yo quedé impactada y dije ‘yo quiero estar ahí”, indicó al tiempo de recordar que luego de terminar la prepa por petición de su madres y comenzar a llevar una vida fitness, llegaron a vivir a lado de su casa unos luchadores, quienes la motivaron a probar suerte en el pancracio.
“En el departamento de al lado de donde yo vivo, estaba en renta y llegaron a vivir varios luchadores. Yo veía tendida ropa extraña y creí que eran de un circo, con el tiempo hicimos amistad y me dijeron que trabajaban en la Arena México y me dijeron que la mejor escuela era la del Consejo y me invitaron a probar, vine a preguntar por la escuela, me inscribí y lo demás es historia. Los luchadores que llegaron a vivir como mis vecinos eran: La Medusa, Ángel de Oro, Niebla Roja, La Comandante, Diva Salvaje, Diamante, Taurus, eran muchos. Esa casa era como el departamento de todo el mundo, y me da gusto porque todos estaban picando piedra y de alguna manera todos han trascendido”.
Su personaje
Para concluir, Reyna Isis recordó la forma en cómo llegó el personaje de La Flor del Desierto a sus manos.
“La idea del personaje fue de mi profesor el Arkángel de la Muerte, junto con el departamento de programación de la Arena México, el personaje de Reyna Isis fue porque en ese entonces existía una facción ruda que se llamaba Los Rebeldes Tuareg, Los Rebeldes del Desierto y justo cuando yo entrenaba se buscaba darle aire nuevo a esa facción, ellos querían una valet, pero que no se quedará en solo eso, sino que era un proyecto y la idea es que la gente fuera conociendo al personaje, hasta que se fuera ganando un lugar dentro del roster de las luchadoras y mi perfil embonaba con lo que ellos buscaban”.
FCM