Originario de Lerdo, Durango, Felipe Ponce Ramírez, es futbolista desde que tiene memoria y ahora disfruta de su trabajo fuera del país que lo vio crecer y desarrollarse, pues en la actualidad Colombia es el hogar que le abrió las puertas para jugar profesionalmente en el Boyacá Chicó de la Primera División A de la Liga Águila, donde ha marcado 11 goles sin ser delantero.
Lo que más recuerda es el apoyo que ha tenido por parte de su familia, que desde que era pequeño tenía quien lo alentara para tener buenos partidos, buenas actuaciones y lo mejor de todo, una experiencia más que lo impulsara a seguir con su sueño de jugar al fútbol y dejar huella en cada lugar que llegara.
Resalta que le fascinó cada lugar en que ha llegado a jugar, desde la Comarca Lagunera con el Santos Laguna, en Tamaulipas con los Correcaminos, Colima con los Loros, en el Atlético San Luis, así como en Veracruz con los Tiburones Rojos.
Después de varias etapas en la liga de ascenso mexicana, buscó la oportunidad de salir del país y ¿por qué no?, fuera del continente americano, una de sus tantas metas en este deporte.
Así llegó a Colombia, un nuevo país, nuevos compañeros y nuevo ambiente, sin embargo, expresa que el nivel de fútbol de este país no le pide nada al que ha sido testigo en México, un hecho que no se percatan los directivos, visores o entrenadores mexicanos.
“A veces se menosprecian algunas ligas sudamericanas, pero cuando llegué acá lo primero que vi fue su alto nivel, además de la calidad en las instalaciones, estadios y jugadores es muy buena, muy parecido a México”.
En tanto, acepta que los ojos siempre miran hacia jugadores mexicanos en Europa y el talento que se desarrolla en Sudamérica no es reconocido como le gustaría, cosa que con su esfuerzo, perseverancia y buenas actuaciones, trata de llamar la atención.
De desarrolla como volante ofensivo, ayuda a la recuperación y suele pegarle bien a la pelota con esa pierna zurda que hace girar la pelota para colocarla lejos del portero y cerca de la red.
Sus cualidades técnicas marcan la pauta en los partidos merodeando la media cancha, donde el manejo de partido depende mucho de ese eje creativo que corre, presiona y defiende a su equipo mientras no duda en apoyar al compañero que así lo requiera.
Compañerismo, perseverancia, y sobre todo no rendirse, han sido la base del crecimiento de Felipe Ponce como futbolista y como persona, por lo cual ya planea retomar sus estudios en Mercadotecnia.
Aunque en la actualidad no haya formado su propia familia, asegura que es algo que le permite realizar actividades y desarrollarse profesionalmente a donde llegue a establecerse, por ahora tiene proyectado emprender un negocio relacionado con el deporte, en tanto, no le pasa por su cabeza dedicarse a dirigir algún equipo.
“Quisiera poner un negocio relacionado con el deporte, no sólo con el fútbol, pero si se trata de este deporte, sería relacionado con la profesionalización de jugadores”
Viajar y conocer lugares nuevos es lo que más disfruta de su trabajo y de sus descansos, pues aprovecha cualquier oportunidad para ir lo más lejos que pueda.
El principal sacrificio en su vida futbolística es, como en la mayoría de los casos, el distanciamiento de la familia para buscar un sueño, algo que para Felipe Ponce se forma día con día y mostrar lo que sabe hacer mejor en cada oportunidad que se le presenta.
“Como en cada nuevo equipo te tienes que adaptar a todo. Para mí el único sacrificio que yo he tenido es tener a mi familia lejos, a lo demás te acostumbras”, comparte Ponce.
Dice no creer en las supersticiones pero cuando no tiene un partido como hubiera querido, suele cambiar de ‘chuts’ en el siguiente encuentro, igual pasa cuando le va bien en la semana con un tipo de calzado y es el que saca a patear y pisar el balón que se le pega al pie como si tuviera un hilo que los uniera.
No cabe duda que el fútbol le ha dejado las mejores cosas de su vida, que aunque le ha dado las peores derrotas, ya sabe lo que es levantar una copa y ascender a la siguiente división.
En tanto no se quita de la mente poder sobresalir y ser tomado en cuenta por otros equipos ya sea en México o en otro país, sobre todo como todo jugador de soccer, ser convocado por la Selección Nacional.
Sin duda considera que su figura a seguir profesionalmente es el par de fenómenos como lo son Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, este último como su referente por el hambre de gol que tiene, por su entrega y por ser catalogado el mejor del mundo en varios años.
Espera algún día lograr verlo jugar y que mejor que en compañía de su familia, principal motor de este lagunero que no dejará de luchar por sus sueños en el fútbol.
¿Recomiendas algo a las generaciones entrantes que llegan a desesperarse ante la falta de oportunidades?
El mejor consejo es que si te cierran puertas en algún lado, se abren muchas, obvio las tienes que buscar tú. No hay que quedarse con una sola decisión de alguien, pues me ha tocado gente que te puede llegar a decir que no sirves para el fútbol pero vas a otros equipos y resultas de los mejores, entonces uno debe buscar también sus oportunidades.