Ronnie Coleman es una leyenda en el fisicoculturismo, ya que fue campeón en ocho ocasiones consecutivas del concurso Mr. Olympia, pero esta exitosa carrera más adelante le fue cobrando factura debido a sus excesos en los entrenamientos, y ahora tiene varios problemas físicos que no son un impedimento para hacer lo que más le gusta.
El fisicoculturista estadunidense cuenta con una gran historia debido a que hoy en día es una muestra de superación ante todo tipo de adversidad que se nos presente en esta vida.
El policía que se convirtió en leyenda del fisicoculturismo
El atleta de 59 años nació el 13 de mayo de 1964 en Monroe, Luisiana; en su etapa universitaria jugó futbol americano de los GSU Tigers de la Universidad Estatal Grambling, donde estudió contabilidad.
Ronnie no encontraba trabajo como contador, por lo que tuvo que ser repartidor de pizzas, pero años más tarde terminó graduándose como policía en Arlington, Texas, oficio que tuvo de 1989 al 2000.
Fue gracias a su amigo Gustavo Arlotta que tendría su primer acercamiento con el fisicoculturismo, y es que lo invitó a entrenar al gimnasio Metroflex, del cual era dueño el culturista Brian Dobson.
Fue gracias a Dobson que el entonces policía inició con su exitosa trayectoria, ya que le ofreció una membresía de por vida si le permitía entrenarlo, por lo que Coleman, quien tenía 26 años, aceptó la oferta.
Su primera competencia fue en Mr. Texas en 1990, donde ganó en las categorías de peso pesado y general.
Su primer trofeo en Mr. Olympia
Fue en 1998 cuando Ronnie Coleman con su gran físico acaparó la atención de muchos aficionados al fisicoculturismo, pues en este año ganó su primera competencia en Mr. Olympia.
Viajes, patrocinios, fama y muchas cosas más llegaron debido a su trayectoria como fisicoculturista y como levantador de pesas; sin embargo, su retiro como profesional llegó en 2007, pues su excesos le empezaron a provocar problemas físicos que le impiden caminar al 100 por ciento.
Problemas físicos que le impiden caminar
Todos sus malestares físicos ocurrieron debido a que Ronnie Coleman optó por el peso libre que por las máquinas, por lo que cargaba grandes cantidades de peso mientras realizaba sentadillas, lo cual le provocaron varias hernias de disco, la primera fue en 1996.
Estas serias lesiones hicieron que Coleman tuviera que pasar por el quirófano en varias ocasiones, incluso sufrió dos reemplazos de cadera. Algunas de sus cirugías costaron millones de dólares; sin embargo, estos problemas físicos le impiden caminar por su propia cuenta, por lo que ahora tiene que usar una silla de ruedas para poder viajar.
Ronnie Coleman, ejemplo de vida
Pese a sus diversas lesiones, Ronnie Coleman sigue entrenando, incluso en sus redes sociales comparte varios videos de su vida en los gimnasios, donde sigue realizando ejercicio para mantenerse en forma, solo que ya no lo hace con cantidades extremas, pues ahora solo usa pesas de poco peso.
El deportista alguna vez fue cuestionado sobre si estaba arrepentido de la vida profesional que llevó y bromeó diciendo que "sí, de no haber hecho una repetición más" cuando cargaba 800 libras al hacer sentadillas, demostrando que su sentido del humor es más importante que cualquier adversidad.
ZZM