La voleibolista mexicana Samantha Bricio espera el momento para iniciar su nuevo reto con el Dinamo Kazán, el cual será el cuarto equipo en el que milita dentro de los cinco años que lleva como profesional.
Bricio ha competido con el Imoco Conegliano, de Italia (2016-2018), el Fenerbahce, de Turquía (2018-2019) y el Sabino del Bene Scandicci, de Italia (2019-2020). La tapatía considera que en el equipo donde debutó profesionalmente es hasta ahora el mejor paso que ha tenido en su carrera, luego de ganar la Copa italiana y el campeonato local, además con ese conjunto le gustaría volver a jugar.
¿Dónde te encuentras y qué tipo de entrenamiento realizas?
Actualmente me encuentro en Guadalajara, no estoy con mis papás, porque no quiero arriesgarlos; estoy haciendo lo que puedo para mantenerme en forma, no es lo mismo estar en un gimnasio o estar entrenando y un amigo que tiene un gimnasio me prestó su equipo, así que tengo unos aparatos en el balcón, y básicamente trato de mantenerme en forma, con mis rutinas de mi entrenador personal.
¿Extrañas las canchas?
Normalmente cuando me toca descansar no las extraño tanto, porque después de nueve meses de entrenar todos los días, de jugar cada fin de semana, se vuelve un poco cansado, y ahora que nos lo quitaron a fuerzas, ya lo empecé a extrañar, porque no se pudo terminar nada.
¿Cuál es tu sentir de ir a la Liga rusa?
Estoy emocionada, porque tengo una amiga que jugará en el mismo equipo, obviamente por explorar un país nuevo, un poquito nerviosa porque no entiendo nada de ruso, y es un idioma difícil, además, el frío es algo que ningún mexicano está acostumbrado.
¿Ubicas a las jugadoras de tu nuevo equipo?
El equipo de Dynamo Kazán es un grupo consistente y tratan de quedarse con las mismas jugadoras el mayor tiempo posible. He jugado contra ese equipo dos veces, es bastante fuerte y fueron las campeonas de la liga el año pasado; estoy emocionada.
¿Ya aprendiste alguna palabra en ruso?
Esta bastante difícil, por ejemplo en Turquía había muchísimos sonidos que no podía hacer, es como la gente extranjera que viene a México y no puede hacer la erre. En Turquía aprendí cinco palabras en un año y el ruso se escucha bastante difícil, pero la mayoría del equipo habla inglés; entonces, no tendré problema.
¿Sientes que tu mejor momento deportivo ha sido hasta ahora con el Imoco Conegliano?
Creo que sí. A pesar de todo lo que ganamos, fue el momento más especial por ser mi primer año como profesional, y la verdad tuve mucha suerte de estar en ese equipo, con jugadoras tan buenas.
Después de estas experiencias, ¿en qué equipo anhelas estar?
Me gustaría regresar a la Liga italiana, ya que es bastante fuerte; aparte Italia, como país, me gusta bastante. Me gustaría regresar al Conegliano, mi primer equipo, es una sociedad buena y la ciudad es bonita, y esperemos que en un futuro sea posible.
¿Cómo ves al equipo femenil de que en un futuro pueda llegar a unos Juegos Olímpicos?
Ahorita el equipo no tiene mucha experiencia, porque son niñas jóvenes, pero tienen mucho talento. Varias jugadoras se irán este año a Estados Unidos para jugar y estudiar, y creo que eso les va ayudar bastante a desarrollarse, y comenzar a jugar en un nivel alto. En unos dos o tres años, el conjunto mexicano será mucho mejor de lo que estamos acostumbrados.
¿Podrías estar en el otro ciclo olímpico para apoyar al equipo mexicano?
No sé. Antes de jugar profesional me preguntaban ‘cuántos años jugarás como profesional’, y les decía nada mas tres, y ahora ya voy por mi quinto año. La verdad no tengo una fecha de cuándo dejaré de jugar, no tengo una edad definida para terminar de practicar el voleibol. Voy año con año, viendo si todavía lo disfruto o me divierto. Espero tener la oportunidad de competir por el pase a los Olímpicos, porque el sueño de todo atleta es ir a esa justa.
El hecho de ser reconocida en distintos países, ¿qué significa para ti?
También tengo mucha suerte que la gente le guste verme jugar y tengo fans que son bastantes fieles, me siguen a Italia o Turquía y ahora espero que me sigan a Rusia. Es bastante bonito ir y que te reconozcan, y que se quieran tomar fotos contigo.